‘Spiderman Superior’ 2, de Chris Yost, Paco Medina y Marco Checchetto

Editorial: Panini.

Guión: Chris Yost y Joshua Hale Fialkov.

Dibujo: Paco Medina, Marco Checchetto y Nuno Plati.

Páginas: 112.

Precio: 5,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Septiembre 2013.

A veces, cuando a un guionista le dejan jugar con los juguetes de otro, se consiguen espléndidos resultados. Sin duda, Spiderman Superior es el juguete de Dan Slott, pero cuando el personaje aparece en las páginas de Spiderman Vengador el juguete pasa a manos de Chris Yost. Y éste disfruta y hace disfrutar casi de la misma manera que Slott, lo que no es poca cosa. Es verdad que la serie tiene un punto a favor que Slott no puede usar, y ese es el resto del Universo Marvel (no olvidemos que Spiderman Vengador es, precisamente, serie heredera de los míticos team-ups de los años 70) y tiene su punto de morbo ver cómo reaccionarán vengadores, hombres-x o integrantes de los 4 Fantásticos ante este nuevo Trepamuros. ¿Alguno reconocerá a Otto Octavius en la piel de su camarada de batallas? ¿Sus poderes serán un peligro para desenmascarar al Spiderman Superior? Son dilemas intrigantes, continuación de las mismas preguntas que se puede hacer uno con el cásting habitual de las series de Spiderman, y en los que Yost se mueve muy a gusto. Por eso estos números, que en un primer vistazo podrían interpretarse como un relleno, son igual de entretenidos.

Aún siendo ese juguete ajeno, Yost no se conforma con las migajas. Ni mucho menos. Hay en las páginas de estos números bastantes elementos trascendentes al devenir del Spiderman Superior, en especial el desenlace de su encuentro con los chicos de la Fundación Futuro, un número que apunta al delirio más absoluto y que finaliza con una gozosa inquietud por el futuro. Su encuentro anterior con la Patrulla X es mucho más tensa y, por tanto, mucho más divertida pero de otro modo. Las aventuras junto a Thor y El Sonámbulo sirven para demostrar el carácter de todoterreno del guionista, que se adentra con la misma facilidad en una historia de acción y tintes de comedia que una de corte mucho más dramático y oscuro. La diversidad sigue siendo una de las grandes claves de este Spiderman renacido de los últimos años, que, por muchos debates que suscite, está compensando ya con creces los deslices de Marvel con el personaje. La idea del Spiderman Superior es aquí tan turbia como en los guiones de Slott, esto no es un mero pasatiempo para completistas sino un enfoque complementario de la serie central. Eso convence y mucho.

Paco Medina y Marco Checchetto se reparten este recopilatorio, con dos números cada uno. Medina es más luminoso que Checchetto, más divertido si se quiere, y el segundo es más dramático y, de alguna manera, serio. Que uno supere al otro se convierte, gracias a los muchos aciertos de ambos, en una simple cuestión de gustos. Quien disfrute de un Spiderman más cómico y aventurero, se quedará con Medina. Quien disfrute de los elementos más turbios del cómic de superhéroes, probablemente lo hará con Checchetto. Pero con esta fusión, aprovechando que Spiderman Vengador es una serie de historia autoconclusivas en las que Spiderman tiene que lucir igual de bien que los personajes invitados, gana el lector. Y Spiderman Superior, quizá en el número en el que menos se podía esperar precisamente por la ausencia de Slott, no para de crecer. Este volumen se completa con el segundo número de la miniserie dedicada a Alpha, un personaje nacido en las páginas de Spiderman y que aquí es un complemento del que se puede prescindir para seguir la historia del Spiderman Superior.

Panini publica este material en el número 83 de Asombroso Spiderman, serie rebautizada como Spiderman Superior pero manteniendo la numeración. El volumen incluye los números 16 a 19 de Avenging Spider-Man, publicados originalmente por Marvel entre marzo y junio de 2013, y el número 2 de Alpha: Big Time, de mayo del mismo año. Como contenido extra, además del habitual artículo de Julián M. Clemente, están las cubiertas originales, ilustraciones de Paolo Rivera, Marco Checchetto y Humberto Ramos.