Guión: Jason Hall.
Dibujo: Cliff Chiang.
Páginas: 128.
Precio: 12,50 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Junio 2014.
Cuando Steve Ditko creó a Creeper en 1968, seguro que nunca hubiera imaginado algo como Cuidado con Creeper, una versión del personaje atrevida, original y radical que Jason Hall y Cliff Chiang plantearon hace ya más de una década, una tan osada que ni siquiera tuvo cabida en el universo DC y se desplazó a Vertigo, el sello para adultos de la editorial. Para empezar, Creeper no es un hombre, sino una mujer. Para continuar, el escenario no es contemporáneo y norteamericano, sino el París de 1925. Y para concluir, el tono de la historia es exactamente lo que se esperaba de una serie Vertigo y no de un tebeo de superhéroes de DC, ni de antes ni de después de su reinicio. Quizá haya algo más de bravura que de un acabado perfecto en el guión de Hall, pero sus contundentes ideas y su acierto a la hora de desarrollar un escenario entre medias del pulp y del thriller bastan para que el espléndido dibujo de Chiang haga el resto. Creeper no es exactamente un personaje de primera fila y de hecho DC apenas lo ha hecho aparecer desde que cambió su universo superheroico en 2011. Eso ayuda a que ésta sea una de sus mejores versiones.
Hay dos grandes aspectos que destacan en el guión de Hall. El primero es la reinterpretación general de Creeper. Todos los adjetivos que se le puedan asignar han de ser elogiosos. Más que hacer una simple traslación del personaje a un entorno diferente, lo que habría sido un Otros mundos de manual, Hall imagina algo diferente, algo mucho más turbio. Y lo rodea de un aire intelectual y de misterio, en pleno desarrollo de las vanguardias artísticas parisinas. Ese escenario es el segundo gran acierto. Nada es ahí casual y todo parece encajar a la perfección en la idea de Hall, que reviste la historia de un atrevimiento violento y sexual que no molesta en absoluto, al contrario, enriquece la personalidad de los principales protagonistas, sobre todo Judith y Madeline, las dos gemelas que se convierten en el eje central de la narración y también, aunque desde un delicado y perfecto segundo plano, de lo más fantástico del relato. Lo que a ratos convence menos es el thriller que plantea, que tiene algún tinte previsible. Ese es el principal defecto de una historia que tiene el poder de fascinar desde la primera página, incluso sabiéndose a veces lo que va a suceder.
Es esos dos aspectos destacados, e incluso a la hora de minimizar el mencionado defecto, juega un papel fundamental el dibujo de Cliff Chiang. Mucho antes de que la crítica se rindiera a su trabajo en la Wonder Woman de Brian Azzarello (aquí, reseña de su primer volumen), el ilustrador norteamericano refuerza todo lo que hay de atrevido en el concepto de Hall. Asume con una naturalidad fascinante lo más sórdido del relato, lo más violento y sexual, captura la belleza femenina con sutileza y recrea un Paris hermoso y peligroso a partes iguales. Hay tanto mimo en el dibujo de Chiang que incluso se desliza un sensual y divertido homenaje al atuendo original de Creeper en los cómics. Su puesta en escena es formidable y se apoya cuando debe hacerlo y con mucho acierto en el uso de la rotulación y de las onomatopeyas. Y con un colorista como Dave Stewart, el resultado a nivel visual sólo puede ser deslumbrante. Cuidado con Creeper puede ser una obra menor a casi todos los efectos (tanto en la repercusión que obtuvo en su momento como en su trascendencia real), pero es una que proporciona un enorme deleite y que se puede releer con cariño una y otra vez.
El volumen incluye los números 1 a 5 de Beware the Creeper, publicados originalmente por DC Comics entre junio y octubre de 2003. Como contenido extra, el libro presenta las portadas originales de Cliff Chiang y un portafolio de bocetos y diseños de personajes, páginas y portadas del mismo autor.