CÓMIC PARA TODOS

‘La Cosa del Pantano 1. Seres queridos’, de Brian K. Vaughan y Roger Petersen

cosa_pantano_vaughan_num1_OKEditorial: ECC.

Guión: Brian K. Vaughan.

Dibujo: Roger Petersen.

Páginas: 120.

Precio: 11,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Agosto 2014.

Si hay un regalo envenenado en el mundo del cómic, ese es recibir una serie que acaba de pasar por una de sus etapas más emblemáticas y reconocidas a todos los niveles. No hay duda de que La Cosa del Pantano vivió su momento de mayor gloria de la mano de Alan Moore (aquí, la reseña de su primer volumen). La prolongación de su etapa, que comenzó en 1984, llegó hasta 1996. Y ahí se abrió un periodo de silencio de cuatro años hasta que le encargaron la revisión de la serie a Brian K. Vaughan. Hoy es fácil asociar ese nombre a fórmulas de éxito, pero esta serie de La Cosa del Pantano es anterior a su primer gran bombazo, Y, el último hombre (aquí, reseña de su primer volumen). Y es obligado hacer una aclaración: Vaughan no centra su relato en la Cosa del Pantano, en Alec Holland o la entidad natural que creía ser Alec Holland, sino en su hija, Tefé Holland. Y para ello retuerce levemente las reglas de la continuidad, convirtiendo en una mujer entre la adolescencia y la edad adulta a un personaje que, de haber seguido la historia como quedo planteada en el anterior volumen de la serie, tendría que tener 12 años. Dicho esto, Vaughan es un gran guionista. Y lo que construye aquí es un relato a medio camino entre el terror más contemporáneo, no el mismo que trazó Moore, y el cómic de superhéroes.

Ahí está la clave y lo más agradece de La Cosa del Pantano, que Vaughan rehuye la repetición de los logros de Moore, se centra en lo que sabe hacer en lugar de imitar y busca códigos diferentes. Tefé no es Alec Holland. El tono ha de ser diferente. La narración también. Y Vaughan responde a ese reto con movimientos bastante inteligentes, intrigando ya desde una primera página en la que asienta el carácter adulto de la historia. No necesita más que dos números americanos para fijar las bases de lo que va a ser su etapa y de quien va a ser su protagonista. Y a partir de ahí va construyendo su mundo a base de historias aparentemente autoconclusivas pero que, en realidad, van creando un universo precioso por su vinculación con la naturaleza pero turbio por su entronque con la humanidad. En ese sentido, tras un arranque que tiene mucho de Carrie, la novela de Stephen King que llevó primero al cine Brian De Palma, acaba mostrando un gran dominio de géneros y de diferentes entornos (con o sin Tefé como protagonista activa, en el mar o en la Tierra como escenarios de cada relato), hasta llegar al primer gran punto climático de la serie en Quemando la casa, el formidable relato que cierra este primer volumen y que mezcla admirablemente lo más fantástico y lo más humano del planteamiento.

El dibujo de Roger Petersen lleva la serie a un punto algo más indefinido. No porque sea malo, que no lo es, al contrario, sino porque dista mucho de ser el dibujo más habitual para el género de terror e incluso también para el de superhéroes. Sus personajes tienen un toque cartoon y grandes ojos que dan un tono que Petersen acentúa aún más cuando retrata las capacidades de Tefé de unirse con la naturaleza que la rodea. Eso le permite abordar con cierta amabilidad escenas que en manos de otros ilustradores habrían resultado mucho más turbias. No rehuye lo más violento de los planteamientos de Vaughan (no hay más que ver la splash page con la que abre el relato), pero precisamente por su trazo y el colorista acabado de la paleta de Alex Sinclair, el resultado final se va alejando del horror que caracterizó al personaje en la etapa de Alan Moore. Aún así, hay muchos elementos de interés en el dibujo de Petersen, que aborda con mucho acierto los elementos naturales del relato, sea el mar, el bosque o el fuego. Quizá le falta algo de definición dentro de loos géneros y los tonos que quiere tocar, pero La Cosa del Pantano de Vaughan y Petersen es una serie que arranca con posibilidades de crecer. Y es muy interesante para seguidores del personaje y lógicos adoradores posteriores de Vaughan.

El volumen incluye los primeros cinco números de Swamp Thing, publicados originalmente por DC a través de su sello Vertigo entre mayo y septiembre del año 2000. Además de un artículo final de Jorge García, el único contenido extra del libro son las portadas originales, obras de Phil Hale (las tres primeras) y Rick Berry (las dos últimas).

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Información

Esta entrada fue publicada el 3 septiembre, 2014 por en Brian K. Vaughn, Cómic, ECC, Roger Petersen´, Vertigo.

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a otros 418 suscriptores

Archivos

Categorías