‘Low Cost’ 1

Editorial: Z84.

Guión: David Buceta, David Braña y Brad Abraham.

Dibujo: David Buceta, Rafa Amat, Adrián Guitérrez y Leanne White.

Páginas:52.

Precio: 3 euros.

Presentación: Grapa.

Publicación: Julio 2014.

¿Quién dijo que el tiempo de las revistas había pasado a mejor vida en el cómic español? Quien lo dijera tiene parte de razón, por supuesto, porque los años 80 quedaron ya muy lejos, pero quedan intentos de revivir lo mejor de aquella época. Low Cost es uno de ellos. La revista presenta como particularidad que todas las historias que incluye cuatro en este primer número, acontecen dentro del mismo universo, un futuro no muy lejano en una España retorcida pero en algunos elementos no tan distante de la actual. Ahí es donde surge el elemento crítico que se conjuga con lo que se convierte en sustancial en Low Cost, las ganas de perpetrar un entretenimiento gamberro y cínico. Al contar con pocos personajes protagonistas, sobre todo porque la extensión no da para mucho más, la principal limitación de este loable intención de recuperar una forma de hacer cómic que está en desuso es que todavía se limita a esbozar las líneas maestras del universo que plantea. Pero también es igualmente cierto que Low Cost tiene esos momentos culpablemente divertidos que hacen de la lectura un pasatiempo muy ameno y que en sus páginas se planta un germen que, bien administrado, puede derivar en historias y planteamientos más que interesantes.

En las dos historias que escribe Buceta queda más que definido el universo de Low Cost, que puede ser tan dramáticamente violento como cínicamente divertido. La primera, después de presentar el escenario básico mediante un informativo televisivo sugerentemenete llamado ‘No-2″ y que tanto quiere recordar a la misma técnica usada por Frank Miller en El regreso del Caballero Oscuro, presenta a la antiheroína por excelencia de este futuro, que además da título a este relato. Bulletproof Lolita es una chica de 15 años con muy malas pulgas, justiciera y violenta, que en cierta medida recuerda a Tank Girl. En Alto a a Guardia Civil, Buceta introduce a Miguel y Sancho. Y si estos son los agentes de la autoridad, es evidente que este mundo está más que torcido. El propio Buceta dibuja la primera de las dos, con un estilo radical y exagerado, pensando más en Marshal Law que en el cómic de superhéroes al uso, y deja la segunda en manos de Adrián Gutiérrez, que entiende a la perfección el tono cómico de esta singular versión de la Benemérita que suponen estos despreciables sosias a la española de Hernández y Fernández, de los que cogen incluso el bigote.

Buceta repite como dibujante en Passengers, el relato que cierra la revista, aunque con un estilo menos exagerado que el de Bulletproof Lolita. Normal, puesto que tiene una protagonista femenina que está en las antípodas de aquella. En la historia que escribe David Braña, Silencio, por favor, se conjuga el diálogo más delirante («¡quietos ahí, rojo!», «‘¡Me cago en la puta! ¡Son esos tarados de las Nuevas Generaciones!») con el argumento más dramático y realista de todos los que incluye el primer número de Low Cost, algo a lo que contribuye el atractivo dibujo de Rafa Amat, que contribuye a crear un mosaico de ilustraciones realmente curioso en toda la revista. El marco de Low Cost se completa con anuncios por palabras y carteles, dibujados por Leanne White (desde el grotesco y caricaturesco de la dirigente de esta España desesperanzadora, Esperanza González, al precioso pin-up clásico  de un prostíbulo), y con textos del propio Buceta. Eso, aunque parezca superfluo o accesorio, es lo que hace que la revista tenga una atractiva unidad. Hay un mundo y todo acontece dentro de él. Y encima llama la atención. Cuando haya más, sabremos hasta dónde puede llegar pero el comienzo es prometedor.