‘Superman. Ruina’ 3, de Greg Rucka

Editorial: ECC.

Guión: Greg Rucka, Nunzio Defilppis, Christina Weir.

Dibujo: Karl Kerschl, Darryl Bnaks, Adam Kekraker y Renato Guedes.

Páginas: 144.

Precio: 13,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Mayo 2014.

La etapa de Greg Rucka al frente de Adventures of Superman toca a su fin en este tercer volumen de Ruina. Y lo hace desvelando la identidad del siniestro villano que amenaza al Hombre de Acero a través de sus amigos pero también de los de Clark Kent. Aún admitiendo que Rucka ha sabido jugar sus bazas e incluso con el misterio incluso sabiendo que las posibilidades eran limitadas, puede que este tercer volumen, a excepción del primer número, brillante, sea el más flojo de los tres que componen esta serie de Essentials. El motivo no es otro que la continuidad. Habría sido interesante saber cómo habría gestionado Rucka todo lo que había planteado, pero DC tenía planes más grandilocuentes y los eventos de Crisis infinita se dejan sentir a lo largo de buena parte de este final. Eso provoca momentos de enorme trascendencia (la presencia de Zatanna o la conversación entre Clark y Lois sobre el dramático desenlace de aquella historia que perpetró Wonder Woman), pero de alguna manera se siente una desconexión entre muchos de estos elementos y aquellos a los que el guionista quería dar protagonismo en Adventures of Superman. Esos, no obstante, son los que hacen del primer número de este volumen una pequeña joya, por mucho que a partir de ahí baje el nivel.

Es quizá la presencia de Crisis infinita lo que hace que se desequilibre el magnífico reparto que Rucka había trazado en los números anteriores entre Superman y Lois como pesos emocionales. La reportera del Daily Planet, después de convertirse en poderosa narradora del arranque de ese tercer volumen, se acaba diluyendo aún teniendo protagonismo en muchas páginas, y el misterio de quién disparó contra ella en el primero de los libros de la serie no tiene la misma importancia dramática que la identidad de Ruina y la forma en que Superman ha de lidiar con la nueva situación que se abre tras descubrirla. Aún así, a pesar de la interferencia que un evento siempre supone en el desarrollo de una etapa tan personal (¿habría sido distinto el final que afecta a Lois de no mediar Crisis infinita?), Rucka no deja de introducir momentos brillantes que hablan de la esencia de Superman, incluyendo el tenso encuentro con Zatanna o los instantes que Clark y Superman comparten con Lana Lang y Pete Ross. No es probablemente el colofón soñado a una etapa que había arrancado con mucha fuerza y mayor interés, pero la habilidad de Rucka es suficiente como para que el cierre sea satisfactorio.

A eso también contribuye que el primer y el último número son los más espectaculares. El primero lo dibuja Karl Kerschl, que se encarga de buena parte de este tercio final de la etapa de Rucka. En ese arranque saca muchísimo partido a una narración paralela, en la que la parte superior de cada página se centra en el combate entre Superman y Ruina y la inferior a lo que viven de forma simultánea los personajes humanos de su entorno. El último es obra de Renato Guedes, que muestra un Superman poderoso, una narración que maneja muy bien los tiempos y un dibujo que transmite la emoción que ha de tener todo buen clímax. Y entre medias sobre Kerschl hace que el impacto visual sea interesante, no tan oscuro como lo había planteado Matthew Clark en los dos primeros tercios de esta etapa y más cercano a planteamientos más clásicos. Superman. Ruina concluye algo por debajo de lo esperado pero con la sensación de que Rucka fue capaz de introducir muchos elementos interesantes en la mitología del Hombre de Acero. Crisis infinita interfirió demasiado en el desenlace y eso afecta al espléndido ritmo que habían evidenciado los dos volúmenes anteriores, pero aún así la lectura completa de la etapa, que se extendió durante casi dos años, es de las que merece la pena.

El volumen incluye los números 640, 641 y 644 a 647 de Adventures of Superman, publicados originalmente por DC Comics entre julio de 2005 y febrero de 2006. Además de una introducción de Javier Olivares Tolosa, el único contenido extra del volumen son las portadas originales, realizadas por Karl Kerschl.