‘Y, el último hombre’ 6, de Brian K. Vaughan y Pia Guerra

Editorial: ECC.

Guión: Brian K. Vaughan.

Dibujo: Pia Guerra y Goran Sudzuka.

Páginas: 144.

Precio: 13,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Marzo 2014.

Una de las mejores maneras de demostrar que una fórmula no tiene por qué agotarse es cambiar el escenario. Y, el último hombre era una serie complicada en ese sentido, porque el cambio radical en el mundo que supone la ausencia total de hombres daba la impresión de limitar mucho las posibilidades. Pero Brian K. Vaughan es un autor terriblemente inteligente. Por eso, coincidiendo con el ecuador de la serie (que finalizó en el número 60 y que en esta edición en español llegará hasta los diez volúmenes), le dio un giro tremendo a la historia. De la tierra al mar, de Estados Unidos como único trasfondo posible a Australia como destino fijado, de Yorick como la última esperanza de la humanidad a que lo sea Ampersand, el mono, que además desaparece de la historia, secuestrado por otro poder desconocido. Cambios constantes, muestra del enorme atractivo que mantiene la serie y que pasa por la constante evolución no sólo de la historia, sino también de los personajes (del carácter de los fijos y de la presencia de los secundarios) y de las situaciones. Sigue sorprendiendo que Vaughan sepa dar frescura a cada momento en el que una mujer descubre la existencia de Yorick y, por extensión, que no todos los hombres del planeta murieron.

Una muestra de la enorme inteligencia de Vaughan a la hora de seguir desarrollando esa siempre intrigante ficción es el uso del sexo. Ese recurso tan fácil de explotar cuando sólo hay un hombre sobre la faz de la Tierra (y que mal empleado habría sido una forma de arruinar en buena medida el impacto de la serie) sigue sorprendiendo en los guiones de Y, el último hombre. Y en este número, aunque la cubierta y el título, Chica busca chica, ya quede algo al descubierto uno de los caminos que explora, sigue siendo un tema muy bien tratado. Como todos, en realidad, porque el suspense sigue ahí y los muchos rincones de la personalidad de Yorick también. Vaughan, además, se permite el lujo de ofrecer una aventura marítima, casi de piratas, sin dejar de lado ninguno de los grandes temas que tiene expuestos en este punto de la serie. Y culmina esta sexta entrega con una sorprendente historia sin Yorick (¿qué serie se resiste a un número en el que no salga su protagonista desde que John Byrne lo hizo en Los 4 Fantásticos?), a medio camino entre la alucinación y el flashback, con Beth, la novia de Yorick, como protagonista y con el claro objetivo de preparar lo que está por venir.

El apartado visual sufre aquí una alteración relativamente apreciable. Pia Guerra, la ilustradora habitual de la serie, se encarga de sólo dos de los números, del primero y del último, mientras que la parte central del volumen queda en manos de Goran Sudzuka. Pero este relevo temporal no tiene nada que ver con la aparición de Goran Parlov en el cuarto número de la serie (aquí, su reseña). En este caso, Sudzuka hace un fill-in en toda regla y amolda su estilo completamente al de Guerra, a la que trata de imitar en todo. Por eso, y por el hecho de que esta edición no separa claramente los números originales, el salto es apenas perceptible. No obstante, un análisis más detenido evidencia que no se trata de la misma persona a los lápices. Sudzuka, en todo caso, hace un buen trabajo, da sensualidad a las escenas que lo necesitan (y a los personajes, como la capitana Kilina) y cumple bastante bien en las de acción. Las semejanzas entre ambos ilustradores hace que no haya distracción alguna y se pueda seguir disfrutando de la extraordinaria lectura que es Y, el último hombre, un relato que no ha perdido nada de fuerza ni de actualidad en sus argumentos y en sus ideas, a pesar de que ya hace una década que comenzó a publicarse.

El volumen incluye los números 31 a 36 de Y: The Last Man, publicados originalmente por DC Comics a través de su sello Vertigo entre abril y octubre de 2005. Además de un nuevo artículo sobre la serie que no aparece firmado, el único contenido extra son las portadas originales de Massimo Carnevale.