‘El asombroso Spiderman. Sin vuelta atrás’, de Dan Slott y Giuseppe Camuncoli

Editorial: Panini.

Guión: Dan Slott y Brian Reed.

Dibujo: Giuseppe Camuncoli, Mario Del Pennino y Lee Garbett.

Páginas: 136.

Precio: 6,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Enero 2013.

La vinculación entre el cine y el cómic es cada vez mayor. O quizá habría que decir que las viñetas se están subordinando a lo que sucede en la gran pantalla. Así, si Sony mandaba a los cines en mayo de 2012 The Amazing Spider-Man (aquí, su crítica), Marvel respondió recuperando a su villano, el Lagarto, para la saga que estaría publicando al mismo tiempo, Sin vuelta atrás. Nada casual, si tenemos en cuenta que la última aparición del alter ego del profesor Curt Connors había tenido lugar dos años antes. La historia guarda ciertas similitudes nada ocultas con Spider-Island (aquí, su reseña), pero con una escala mucho más controlada, e incluso con los dilemas que planteaba el filme de Marc Webb. Dan Slott encaja perfectamente el relato en la continuidad del personaje, en los momentos posteriores a Hasta el fin del mundo (aquí, su reseña) y elabora una muy entretenida aventura, en la que Spiderman lidia con el choque entre su sentimiento de culpa y su sentido de la responsabilidad. Hay más acción que trasfondo, pero es todo caso es una historia que juega con mucho acierto con el villano, su doble personalidad y sus auténticas motivaciones.

Lo singular de Slott es que siempre parece estar maquinando algo en sus guiones. Y lo que deja al lector con la mosca detrás de la oreja es que no siempre parece que lo esté haciendo de forma consciente. El triángulo emocional que forman Spiderman, el Lagarto y Morbius es fascinante y habría dado para sostener la historia por sí sola, sin la misteriosa aparición de Madame Web o sin que haya cierto empeño en meter en la historia a Mary Jane o a Carlie, sus dos ex novias más conocidas de los últimos tiempos. Y eso que sus presencias se agradecen mucho. Eso es lo que tiene Slott, que incluso en lo que parece más criticable se le acaba concediendo crédito. Como en la forma en la que abandona ahora al Lagarto para ser recuperado quién sabe cuándo. Giuseppe Camuncoli dibuja la historia con brío, aprovechando cada una de las coreografías de acción para lucirse, incluso en escenas que sorprende ver en un cómic de Marvel, como las del Lagarto solucionando de forma radical el crecimiento de un brazo humano que no desea. Sin vuelta atrás tiene aspectos muy valientes y soluciones elogiables, como el continuo salto en el tiempo del primero de los cuatro números que forman el arco argumental o la introducción de incontables subtramas para seguir desarrollando en próximas entregas.

Junto a Sin vuelta atrás, este número de El asombroso Spiderman incluye una historia más, una autoconclusiva y muy divertida, ¿Spiderquién? En uno de los muchos experiemntos que se hacen en Horizon, Peter Parker desaparece de la existencia y va dando saltos en el tiempo que le permiten afrontar momentos muy diversos de su vida. Brian Reed traza una historia tan simple como inteligente, que captura al lector por los aspectos más emocionales de las aventuras de Spiderman, que no son otros que sus recuerdos del tío Ben, y planteando un dilema que no es nada ajeno a la vida de Peter: ¿es el mundo un lugar mejor sin él? La respuesta sirve para recuperar a personajes no tan utilizados cuando Peter se hace preguntas de ese estilo y la presencia de los Vengadores da al relato el toque superheroico que necesita. Lee Garbett saca lo mejor de su trabajo en este número al recuperar un estilo clásico, cuando Peter se encuentra en los momentos previos a su transformación en Spiderman y hablando con Flash Thompson, pero sobre todo, de nuevo, cuando el tío Ben aparece en escena. Lo emocional es, sin duda, lo más importante para que los de Spiderman sean algo más que unos tebeos en los que un superhéroe pega saltos y detiene a los malos.

El volumen incluye los números 688 a 691 de The Amazing Spider-Man y el Annual número 39 de la misma serie, publicados todos ellos originalmente por Marvel Comics entre julio y octubre de 2012. Panini publicó el material en el número 75 de El asombroso Spierman. Como contenido extra, el habitual artículo firmado por Julián M. Clemente y las portadas originales, realizadas por Giuseppe Camuncoli, J. Scott Campbell, Matthew Clark, Shane Davis; Adam Kubert y Lee Garbett.