Editorial: Penguin Random House / Lumen.
Guión: Raquel Córcoles y Carlos Carrero.
Dibujo: Raquel Córcoles.
Páginas: 128.
Precio: 14,90euros.
Presentación: Rústica con solapas.
Publicación: Mayo 2014.
Moderna de Pueblo es una historieta que ha ido generando a una enorme velocidad una no menos impresionante legión de aficionados y lectores. Raquel Córcoles es quien está detrás de este tebeo, tanto artísticamente como en muchos aspectos de la personalidad de su protagonista, y ahora llega el momento de comprobar si la autora es capaz de hacer algo diferente gracias a Cooltureta. Hay dos aspectos en los que sí se ve ese necesario cambio. En primer lugar, porque no lo escribe sola, sino junto a Carlos Carrero, también pareja en la vida real. En segundo lugar, porque el personaje es un hombre y la historia no apela a emociones y sentimientos estrictamente femeninos, sino que opta por una caricatura social y cultural que afecta a un segmento de población diferente. Y es ¿quien no es en algún aspecto o conoce a alguien que lo sea en más de uno como este Cooltureta? Córcoles y Carrero definen a un personaje que sigue modas, que acepta un beneplácito social en base a dejar de ser uno mismo, que se engaña para encajar. Lo que es Cooltureta queda magníficamente ya definido en la portada. «El cómic» aparece tachado y en su lugar pone «La novela gráfica». Mucho más cool, no hay duda. Las modas mandan. Como en la brillante parodia de Cooltureta.
Cuando aparece una obra escrita a cuatro manos siempre es difícil saber qué surge de la mente de cada uno de los dos autores. Moderna de Pueblo puede dar algunas pistas, pero en realidad siempre se tiene la sensación de que hay una fusión entre los dos creadores. Córcoles y Carrero van creando un universo que fascina por sus aspectos más realistas. Efectivamente, ser cool, ser hipster y saber de todo está de moda. Presumir de gustos culturales que en realidad no forman parte de nuestro acervo personal, también. Y la pretensión de aparecer ante los demás como algo que en realidad no somos es una técnica de adaptación social muy antigua. Todo ello junto es lo que forma Cooltureta. Eso sí, lo que consiguen los autores no es sólo crear un personaje atractivo, sino que además son capaces de darle un mundo fascinante. Un mundo de libros y de películas, de amigos, de amores, de pasatiempos y de ilusiones: un mundo absolutamente realista en el que nadie tiene un nombre real. Hay secundarios fascinantes (un vistazo a todos ellos en la contraportada del libro basta para darse cuenta de los tópicos que cubren) y en es grupo es imposible no destacar a la Mariliendre, un personaje pensado para encarnar lo más adorable del mundo representado en estas páginas.
Cooltureta tiene el suficiente carisma para lograr una merecida independencia con respecto a la obra más conocida de Córcoles, aunque repitiendo su marca. Siendo el suyo un mundo completamente nuevo, este libro tiene ganado a parte del público objetivo por el estilo de su dibujante, mejorado pero reconocible. No es Moderna de Pueblo, pero las virtudes son las mismas, incluso los trucos para crear personajes como esas gafas que casi siempre llevan sus personajes. Pero aunque el detalle en el dibujo recuerde a la anterior obra de su autora, lo cierto es que se agradece una personalidad propia y la cantidad de guiños y homenajes que encierran los dibujos. Todo da la impresión de ser como en Moderna de Pueblo, pero al mismo tiempo es más que eso, y el dibujo no se lleva por delante lo más novedoso de la propuesta. Una vez que se entra en el particular universo de los autores (y no es nada difícil hacerlo), lo que realmente hace que Cooltureta provoque continuas sonrisas y ocasionales carcajadas, por encima de su obvia caricatura social, es que, en realidad, no es nada difícil encontrar tintes de realidad en las viñetas, en las actitudes y en las anécdotas. Hay gente así, mucha en realidad. Y saber reírse de ello, y por qué no decirlo también de uno mismo, es la clave de su éxito.