Guión: Steve Englehart.
Dibujo: Sal Buscema y Bob Brown.
Páginas: 144.
Precio: 12,95 euros.
Presentación: Rústica con solapas.
Publicación: Julio 2012.
Una de las fantasías habituales del lector más joven de cómics de superhéroes es descubrir qué personaje es más fuerte. Y eso implica medir los poderes de dos héroes, porque el género obliga (más bien obligaba, cuando todo era más inocente que en los descreídos tiempos actuales) a saber que el héroe siempre vencerá al villano. Más de tres décadas después, leer ahora Los Vengadores vs. los Defensores sirve para recuperar esa fantasía juvenil en todo su esplendor, midiendo a los dos grandes grupos de héroes Marvel de los años 70 (descontando, por supuesto, a los 4 Fantásticos porque su naturaleza familiar es bien diferente a la de estos dos equipos). Obviamente, tanto esa sensación como la época en la que se publicaron originalmente estos tebeos llevan a afrontar esta lectura con la necesaria ingenuidad, con la mirada probablemente de aquel chaval que se aficionó a leer cómics de superhéroes. De esa forma, el guión de Steve Englehart es una delicia en la que cada personaje queda retratado con fidelidad a su esencia, a pesar del poco espacio que hay para el desarrollo de cada uno de ellos. Y como tanto Sal Buscema como Bob Brown sacan todo el partido posible al guión en el apartado gráfico, no queda más que sentarse, pasar páginas y disfrutar.
Englehart, un guionista muy hábil para desarrollar el género, saca partido a todo lo que dispone en su guión. Dos villanos, por supuesto traicioneros y desconfiados entre sí, Dormammu y Loki, uno procedente del universo de los Defensores, el primero de ellos como enemigo habitual del Doctor Extraño, y otro del de los Vengadores, el segundo como enemigo de los Vengadores, el vil hermanastro de Thor. La vida de un héroe en juego, la del Caballero Negro, convertido en piedra. Y alineaciones reconocibles de ambos grupos, con conflictos por resolver entre ambos para añadir picante. Por parte de los Defensores están el mencionado Extraño, Hulk, Estela Plateada, Namor, Ojo de Halcón y Valquiria. Los Vengadores son aquí el Capitán América, Iron Man, el citado Thor, la Visión, la Bruja Escarlata, Mantis y el Espadachín. Englehart supo cruzarles con tanto acierto y creando unas batallas tan bien planteadas que lo mejor es ir descubriendo los detalles página a página. Lo que sí se puede decir sin reventar la historia es que nada defrauda, puesto que sabe lidiar con la enorme dificultad de hacer que un héroe bata a otro en una contienda sin que ninguno de ellos quede mal a los ojos de sus aficionados. Y con la espectacularidad que necesita una batalla múltiple como ésta.
En la parte gráfica, la nostalgia se acentúa un poco más, porque el dibujo es de otra época, dicha esa frase como elogio y como constatación de una obviedad. Sal Buscema y Bob Brown son dos dibujantes de estilos muy diferentes pero ambos encajan en la imagen que el aficionado retiene en su memoria del Marvel de finales de los años 70. Buscema se muestra en plena forma y Brown, aún siendo más desconocido para el lector no demasiado erudito, no está ni mucho menos por debajo. Ambos encuentran sus mejores momentos en las batallas que Englehart plantea para ellos, mostrando siempre carismáticas versiones de los personajes, destacando Brown con Valquiria, el Espadachín, Namor y Capitán América, mientras que Buscema saca lo mejor de Hulk y Thor. El hecho de que Englehart sepa perfectamente lo que hace con los personajes, al igual que los dibujantes saben retratarlos, lleva a que Los Vengadores vs. los Defensores sea una historia sumamente entretenida, perfecta para que los más pequeños se puedan reenganchar al cómic de superhéroes sin exponerse a la oscuridad adulta que marca el género en la actualidad y que al lector adulto satisfará porque todos los que hoy sumamos una edad hemos llegado al tebeo con relatos como éste.
El volumen incluye los números 115 a 118 de The Avengers y los 8 a 11 de The Defenders, publicados originalmente por Marvel Comics entre septiembre y diciembre de 1973. Como contenido extra, están un prólogo de Steve Englehart, un artículo final de Raimón Fonseca, las portadas originales, de Sal Buscema las de The Defenders y de Bob Brown las de The Avengers., y un portafolio con ilustraciones de Carlos Pacheco, John Romita Jr., John Buscema, Joe Jusko y Hildebrandt.