Guión: Víctor Mora.
Dibujo: Miguel Ambrós y Ángel Beaumont.
Páginas: 576.
Precio: 29 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Marzo 2014.
Continúan las aventuras de El Capitán Trueno de la mano de sus creadores originales, Victor Mora y Miguel Ambrós, contando este segundo con la ayuda de Ángel Beaumont en el dibujo. Esa permanencia de los autores se manifiesta en que se mantienen las características más identificables de los personajes, incluso alcanzando ya el tercer año de la publicación semanal de los cuadernos. Pero, al mismo tiempo, hay síntomas de que hay una agradecida evolución. Sobre todo por un detalle, y es que los amigos del Capitán, Goliath y Crispín, adoptan un mayor protagonismo en algunas fases, aprovechando la decisión de colocar al héroe español por excelencia al borde de la muerte para que así el gigante y glotón Goliath y el joven y aventurero Crispín cojan las riendas de sus propias aventuras, e incluso con la presencia de intereses románticos para ambos, aunque sean mucho más puntuales que la presencia de Sigrid, ya plenamente asentada como miembro del grupo. Eso, junto con los habituales viajes por todo el mundo, por imposibles que parezcan geográficamente hablando, el heroísmo del Capitán en sus misiones la gran variedad de villanos (algunos con notables giros de guión, como la Garra) mantienen la serie en un punto muy alto.
Nunca se puede perder de vista, no obstante, que El Capitán Trueno es una serie de su época. Leerlo hoy implica, sin duda, encontrar tintes que podrían ofender por cuestión de raza, sexo o religión, pero ese es un ejercicio absurdo dentro del contexto en que nació y se desarrolló el personaje. Incluso hay elementos sobrados que aportan equilibrio a esas pretendidas ofensas, porque Víctor Mora introduce matices en muchos personajes. Hay árabes de buen corazón, hay mujeres de armas tomar, hay indígenas que no son salvajes. Y todo lo que se introduce en las historias tiene un sentido narrativo, algo que merece ser destacado porque Mora elude con mucha habilidad la repetición en los relatos. Hiriendo de gravedad al Capitán pone una incertidumbre notable, cambiando los escenarios obliga a los héroes a trazar diferentes estrategias para vencer incluso aunque la mayoría de las aventuras acaben o contengan una batalla, e incluso con la continua presencia de mujeres hermosas y exóticas se abandona con cierta el choque con Sigrid por el interés romántico del Capitán como principal motivo de su presencia. Incluso llega un punto en el que Mora es consciente del camino recorrido y hace un repaso de algunas aventuras para los lectores.
Todos esos detalles hablan de una serie madura, atractiva y muy entretenida, entre otros motivos por la cantidad de motivos diferentes para el lucimiento de un dibujante que contienen los guiones. Batallas navales, trampas mortales, culturas diferentes… Incluso la inevitable presencia de animales, como Jujú y Garritas, un simio y un puma que, seguramente como guiño a los más pequeños, acaban siendo adoptados por el grupo de héroes. Ambrós, de nuevo hay que insistir que con los acabados de Beaumont, domina todas esas facetas. Quizá el punto más débil del dibujo de Ambrós esté en los rostros, demasiado parecidos entre sí. El ilustrador, no obstante, parece ser consciente de ese aspecto porque siempre da a los personajes elementos distintivos, con sus ropas o con otras características físicas como la altura o el peso, e incluso alternado esas características entre las distintas aventuras para que no haya confusión posible. Como El Capitán Trueno mantiene el endiablado ritmo que mostró desde el principio y hay elementos narrativos y visuales espléndidos, el aburrimiento es imposible en una serie que, a estas alturas de publicación, seguía siendo un referente en el cómic de aventuras español.
El libro incluye la reproducción facsímil de los cuadernos números 97 a 144 de El Capitán Trueno, publicados originalmente por Bruguera entre agosto de 1958 y julio de 1959. Como contenido extra, el volumen ofrece una introducción firmada por Jaume Sisa que habla de los amigos del Capitán, Goliath y Crispón.