Duración: 3 minutos.
Estreno: 9 de abril de 2014 (televisión).
No puede haber muchas maneras mejores de celebrar el 75º aniversario de de un personaje como Batman que un corto de la categoría de este Batman: Streange Days. Las razones son incontables, pero la principal es que el regreso de Bruce Timm a la mitología del Caballero Oscuro. Para aquellos que no relacionen el nombre de Timm con el personaje, es obligado recordar que el suyo es uno de los nombres que estaba al frente de Batman: The Animated Series, probablemente todavía hoy, más de veinte años del comienzo de su emisión, el mejor producto televisivo que se ha hecho nunca sobre un héroe de cómic y una de las series que revolucionó la animación de la pequeña pantalla tanto a nivel de tratamiento como a nivel de animación. La segunda razón que ha de llamar poderosamente la atención sobre Strange Days es que se trata de una pieza de época, que traslada a Batman a finales de la década de los años 30, cuando se publicó su primera historia en el cómic. De esa manera, Timm consigue efectos que engranden aún más su Batman, mezclando elementos que podrían haber funcionado a la perfección tanto una pieza noir, con un espectacular uso del blanco y negro, como en una de terror, género de cuyos clichés se aprovecha con magníficos resultados.
La historia es tan sencilla como debe de serlo en un corto de apenas tres minutos. Hugo Strange ha enviado a una de sus criaturas, un monstruo gigante, a raptar a una joven para hacer un experimento con ella y Batman acude al rescate. Que sea Strange el villano de la función es algo digno de aplaudir. El personaje fue uno de los que peor parados salieron de Batman: The Animated Series, con una versión que no terminó de funcionar, pero en este entorno encaja a la perfección. Es imposible sacarle más partido en tan poco tiempo, incluso en la relación que se establece con Batman. Ese «no te tengo miedo» que le espeta de forma temblorosa y reteniendo cobardemente a la damisela en apuros para protegerse del héroe engrandece aún más la parte más mítica del Caballero Oscuro, que en las sombras, aunque sea en la niebla (un efecto digital formidable que Timm, en sus años televisivos con Batman, no habría podido ni soñar), se convierte en una criatura magnífica, poderosa y contundente, como lo es también en su lucha contra el monstruo (brutal y sin concesiones, sin necesidad de mostrar una violencia exagerado o la tan censurada sangre en cualquier producto de dibujos animados).
Al ser una pieza de época, el diseño de Batman está algo modificado. Sobre todo se nota en las orejas puntiagudas de la capucha de Batman, mucho más largas que en el aspecto tradicional del Batman animado y homenaje directo al dibujo de Bob Kane o Jerry Robinson, los míticos autores que desarrollaron la mitología del protector de Gotham en sus primeros años. De hecho, y para quienes no lo sepan, el propio Hugo Strange fue uno de los primeros villanos recurrentes, apareciendo por primera vez en el número 36 de Detective Cómics, de febrero de 1940, poco menos de un año después de la primera historia de Batman. El aspecto que Timm da al personaje sigue teniendo una fuerza impresionante, sin necesidad de reforzar su imponente presencia con diálogo (dos palabras pronuncia en todo este corto, las suficientes para reconocer al mejor Batman animado de la historia, Kevin Conroy). Strange Days es una gran muestra de la versatilidad del personaje, que encaja en diferentes géneros y ambientes, y desde ya, por méritos propios, una de las piezas imprescindibles para entender por qué Batman es uno de los mejores personajes que ha dejado la cultura popular norteamericana del siglo XX y uno de los grandes iconos del mundo del cómic.