Guión: Fabien Nury.
Dibujo: Brüno.
Páginas: 96.
Precio: 18 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Octubre 2012 (Reedición Selección Pepitas, abril 2014).
Atar Gull, o el destino de un esclavo modélico es una historia sobre la trata de esclavos africanos, pero al mismo tiempo mucho más que eso. Ese es el telón de fondo de una historia de venganzas y miserias, escrita por Fabien Nury y dibujada por Brüno, que esconde tras una ilustración de corte sencillo e incluso infantil, un relato de intensa dureza. Atar Gull, que recibió varias nominaciones a los premios del Festival de Angoulême de 2012, toma el nombre de su protagonista, príncipe de una tribu de Namaquas capturado y vendido como esclavo. Adaptación de un libro escrito por Eugéne Sue, un influyente autor francés del siglo XIX, publicado en 1831 y convertido en el centro de una gran controversia por el polémico tema que trata y el duro enfoque en que se basa, éste es un cómic apasionante en su narración y apasionado en su temática, a pesar de la aparente distancia que parecen adoptar sus narradores para contar la historia de la forma más realista posible. Es también un fiel retrato de un tema histórico de marcados tintes dramáticos, pero también un relato humano sin concesiones al optimismo sobre la fortaleza y el rencor, una obra que tiene que afectar necesariamente a la sensibilidad del lector a poco que se introduzca en la narración.
Cuando se publicó en Francia, la novela gráfica se indicó para lectores mayores de doce años. Efectivamente, es una historia muy adulta, siniestra y trágica, que narra episodios de dudosa moralidad con un realismo desgarrador. Es una lectura tan adulta como necesaria, que invita a la reflexión sobre el comportamiento humano y los límites de la ética. La misma estructura que escoge Fabien Nury (un prólogo, dos partes y un epílogo) es atractiva por la forma en que se emplea. En el prólogo, apenas dos páginas, están encerrados algunos de los temas esenciales que va a tratar en el resto del cómic. La primera parte es una sorpresa porque Atar Gull no es su protagonista, el foco está puesto sobre el capitán Benoît, un fiel marido y un hombre bonachón a pesar de dedicarse al tráfico de esclavos, y el también capitán Brulart, antítesis del anterior, siniestro y despiadado. En la segunda parte cambia el escenario, los personajes e incluso el tono de la historia, que se convierte en el relato de una elaborada venganza, ahora sí, con Atar Gull de protagonista y con Jamaica como escenario. El epílogo es la sentencia cruel a una historia llena de almas miserables que tienen mucho de lo que arrepentirse y la rúbrica perfecta a una novela gráfica excepcional.
Nury, siguiendo la novela de Sue, no deja títere con cabeza, su crítica es contundente y su retrato del ser humano muy negativo. Para plasmar ese guión en dibujos y entre los muchos caminos visuales por los que podía haber optado Brüno, el ilustrador se queda con el de la sencillez. Es una elección fantástica que funciona siempre, aunque es inevitable pensar en cómo habría resultado con un corte más realista. Brüno, que lleva ya tres lustros de carrera, tiene un trazo claro y limpio, de personajes esquemáticos y reconocibles, casi más adecuado a priori para una historia infantil o de fantasía. Pero en realidad esa apariencia es un arma más de este contundente álbum para acercarse al lado oscuro del alma humana, que nunca rehuye las escenas más violentas de la historia. Brüno acierta también en la paleta de colores y en un acertadísimo uso de la iluminación para identificar algunas de las secuencias más duras o del sombreado para hacer a los personajes más reconocibles. Atar Gull se escabulle del aspecto más infantil en que se pueda pensar a través de su dibujo para cerrar un relato durísimo, merecedor de la más alta consideración dentro del algo manido tema que propone.
Dargaud publicó originalmente en Francia Atar Gull, ou le destin d’un esclave modèle en octubre de 2011. El libro se completa con un portafolio de ocho páginas en las que se incluyen numerosos bocetos de Brüno y dos páginas de la obra, con el guión escrito por Nury traducido al español y las viñetas abocetadas del ilustrador.