Guión: Joshua Dale Fialkov.
Dibujo: Noel Tuazon.
Páginas: 240.
Precio: 18 euros.
Presentación: Cartoné con sobrecubierta.
Publicación: Agosto 2012.
Qué difícil es ser original en una historia de género. Y qué difícil es serlo en un cómic de género negro, cuando es uno que tiene una tradición tan larga en la literatura y en el cine, además de grandes títulos en las viñetas. Pero Tumor es justo eso: original. Además, por supuesto, de ser una historia muy buena sensacionalmente narrada tanto en el guión de Joshua Hale Fialkov como en el dibujo de Noel Tuazon. Tumor, como carta de presentación para quienes aún no conozcan esta novela gráfica, recibió sendas nominaciones a los premios Harvey y a los Eisner en 2011 como mejor obra recopilada, derrotada en los primeros por Beast of Burden de Dark Horse y en la segunda por los Wednesday Comics de DC. Ese es un indicador de que calidad tiene esta novela gráfica. Pero volvamos a la originalidad. Esta radica en que el protagonista sea un detective retirado que afronta su último caso. Pero no es un detective amargado, deprimido o arrepentido. Es un detective enfermo. Tiene un tumor incurable en la cabeza, que hará que lleve ese último caso combatiendo al mismo tiempo con sus propios demonios personales y con sus recuerdos, en una fascinante narración doble que convierte todo el relato en un apasionante eco del pasado.
El guión de Fialkov traza un espléndido retrato de Frank Armstrong, que así se llama el detective protagonista, rompiendo las reglas más básicas de la narración lineal. Hay que olvidar la estructura de introducción, nudo y desenlace, porque todo en Tumor huele en realidad a desenlace. «Esta es la historia de cómo voy a morir», confiesa Frank en la cuarta página de la historia, como debe de ser en el género negro en una narración en off brillante y nada agotadora. Tumor crece a partir de esa idea, la de la inminente muerte de Frank y los efectos de su enfermedad. Eso es lo que marca una diferencia en el caso que investiga, uno que guarda muchas similitudes con incontables historias del género, pero que también engancha por el paralelismo que traza entre la joven que debe encontrar, la hija de un mafioso que le contrata para que la localice, y su mujer, muerta en circunstancias que se van aclarando poco a poco a lo largo del relato. Estos dos personajes femeninos son las piedras angulares de una narración en dos momentos temporales diferentes que se van mezclando en la percepción de Frank a causa del tumor que le está segando la vida a pasos agigantados.
El otro gran triunfo de Tumor está en su parte gráfica. Noel Tuazon opta, y eso es tan lógico como previsible en el noir, por el blanco y negro. Y lo domina. Sus sombras son espectaculares, sus figuras ligeramente desdibujadas dan a la historia el ambiente decadente que necesita. Pero sobre todo lo que hace que el resultado de las ilustraciones sea parejo al de su guión es la magnífica forma en que fusiona lo que Frank está viendo y lo que el tumor le hace que vea al mismo tiempo. Es como una apasionante mezcla de realidad e imaginación, de presente y de pasado, pero es también la forma en que las dos figuras femeninas de la historia acaban fusionadas en una sola a los ojos del moribundo detective. Tampoco hay que dejar pasar el detalle de los escenarios, que contribuye muchísimo a la sensación enfermiza que desprende toda la historia, y no sólo por la situación del protagonista. Tumor es una lectura de género fascinante que supone un espléndido homenaje a los títulos más destacados que ha dado el noir durante muchas décadas, un preciso retrato psicológico y una muy bien documentada historia, que lleva los síntomas de una enfermedad cotidiana a uno de esos magníficos relatos sórdidos de detectives, mafiosos y mujeres fatales.
Archaia Entertainment publicó originalmente Tumor en junio de 2010. El volumen contiene una introducción de Duane Swiercznski, un relato corto de Joshua Hale Fialkov sobre el mismo personaje de la novela gráfica titulado Allanamiento de morada, el concepto original de la serie que hicieron sus autores en el año 2006, una entrevista con el guionista realizada por la web Ain’t it Cool News en 2009, un portafolio de bocetos de Noel Tuazon y dos textos a modo de conclusión de Fialkov.