CÓMIC PARA TODOS

‘Yeah!’, de Peter Bagge y Beto Hernández

tapa355Editorial: La Cúpula.

Guión: Peter Bagge.

Dibujo: Beto Hernández y Peter Bagge.

Páginas: 228.

Precio: 18 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Marzo 2012.

¿Qué sucede cuando el humor negro y la satírica ironía de Peter Bagge dan paso a la desenfadada historia de un grupo musical formado por un trío de chicas jóvenes que no triunfan en la Tierra y sí en otros planetas? La respuesta a ese descabellado planteamiento es Yeah!, una obra de hace más de una década. Humor absurdo y una historia colorista (curiosamente en blanco y negro para esta última edición) para todos los públicos. Resulta curioso leer que el propio Bagge recuerda que el cómic fue un fracaso en su momento, y más curioso aún que lo achaque a que su público habitual no lo entendió. Lo cierto es que, al margen de la autoría, Yeah! no parece esconder ningún engaño. Es una historia ligera y divertida sobre un grupo femenino de pop, y con un público objetivo más cercano al juvenil que al adulto. En el artículo con el que Peter Bagge abre el volumen de Yeah! da las claves de lo que viene a continuación. Es, dice, “un cómo de humor blanco dirigido a todos los públicos para una multinacional de la cultura del ocio”. Chocante en el autor de Odio, cuya carrera remite a derroteros mucho más radicales y transgresores.

Pero Bagge optó por realizar un cruce entre las Spice Girls, entonces en la cresta de la ola, y Jossie and the Pussycats, con pinceladas de ciencia ficción y un humor muy accesible y basado en el gag limpio. Woo Woo es una voluptuosa pelirroja que toca el teclado. Krazy, rubia, espigada y delgada, se ocupa de la guitarra. Honey, negra, bajita y hippy, es la batería del grupo. Y Crusty, con una coleta que disimula su calvicie y menos años de los que aparenta, es su representante. Con estos componentes, Yeah! es el grupo más famoso de todo el universo… pero un fracaso en la Tierra, donde nadie parece reconocer su música. Siendo su autor Peter Bagge, toda una sorpresa este argumento. Bagge va introduciendo con oficio un peculiar grupo de personajes secundarios: los tradicionales padres de Woo Woo; Muddy, el novio de Honey; Mongrel Mogul, el poderoso empresario musical enamorado de Krazy; los Snobs, el grupo masculino que ha jurado odio eterno a las Yeah!; o Miss Hellraiser, antigua amiga de Woo Woo y ahora auténtica rival de todo el trío. El origen del grupo no aparece hasta el número cuatro de la serie, sin que eso entorpezca en ningún momento el desarrollo de las historias. Al contrario, se agradece que la historia iniciática no marque el devenir de la serie.

El principal problema que tuvo, y que probablemente sigue teniendo a pesar del tiempo transcurrido desde su publicación original, es que no es lo que muchos esperaban de su autor. Al margen de ese detalle, Yeah! es una lectura para todos los públicos, con un humor sencillo, cargado de cierta ingenuidad y exagerado por completo. Eso sí, Bagge cuela ciertos detalles, sobre todo por la vida hippy de Honey y Muddy, que hacen pensar en un humor un tanto más adulto. Lo mejor que esconden estas más de 200 páginas de Yeah! está en que, sin dejar de ser un cómic propio de su época, su nada velado homenaje a Archie hace que su humor y su lectura sean bastante intemporales. Bagge no se encarga del dibujo (sólo de una breve historia de cuatro páginas sobre los Snobs que cierra el volumen) y deja esa tarea en manos de Beto Hernández, como dice el propio Bagge en la introducción “un artista capaz de recrear ese estilo sesentero”. Esa cualidad es sólo una de las muchas que presenta el dibujo de Yeah!, que consigue, con un trazo claro (probablemente acentuado por el blanco y negro), crear un grupo de personajes identificables, entendiendo muy bien las peculiaridades que de cada uno de ellos establece el guión y sumándose al humor que pretende Bagge. Hay una espléndida sintonía entre el tono de la historia y los lápices de su ilustrador.

El volumen se corresponde con la reedición que Fantagrapichs hizo en 2011 de la serie original. DC Comics llegó a editar sólo nueve números antes de su cancelación, que puso a la venta entre octubre de 1999 y  junio de 2000. La principal diferencia entre ambas ediciones está en la ausencia de color de la última reedición.

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Esta entrada fue publicada el 28 marzo, 2014 por en Beto Hernández, Cómic, La Cúpula, Peter Bagge, Phantagraphics.

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