‘El Capitán Trueno’ (facsímil) 2, de Víctor Mora y Miguel Ambrós

Editorial: Ediciones B.

Guión: Víctor Mora.

Dibujo: Miguel Ambrós y Ángel Beaumont.

Páginas: 576.

Precio: 29 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Diciembre 2013.

Continúa las aventuras de El Capitán Trueno en esta reedición facsímil de los cuadernos originales, y continúan con guiones de Víctor Mora, creador del personaje, lo que sirve para devolver el esplendor inicial a las historias, con un ritmo endiablado, el mismo que llevaba al lector a ansiar el siguiente cuaderno una vez que devoraba las diez páginas del anterior, con la misma mezcla de culturas que sirve de ambiente para cada una de las aventuras del Capitán y sus amigos, Crispín y Goliath, y con el aliciente de que Sigrid vuelve a la historia para convertirse ya en un personaje de la misma importancia que estos dos. El dibujo, realizado fundamentalmente por Miguel Ambrós, es fascinante por momentos pero sufre, paradojas de la vida, por la espléndida acogida del tebeo. El Capitán Trueno era un éxito enorme y su periodicidad se estableció como semanal ya definitivamente en estos números, por lo que el ilustrador no siempre era capaz de cumplir las fechas de entrega. Por eso recibía la ayuda para completar sus dibujos de Ángel Beaumont, y esa mezcla en ocasiones se deja notar. Pero El Capitán Trueno sigue fascinando con facilidad en los números de este segundo volumen recopilatorio.

Mora sigue dando a las aventuras del Capitán ese ritmo frenético tan característico, enganchando una historia con la siguiente, e incluso mejorando en ese aspecto con la relación de unas con otras. Ya no son sólo relatos que se suceden, sino tramas que se van ampliando. En ese sentido, es especialmente agradecida la vuelta de Sigrid. Después de unos cuantos números en los que se jugaba con el amor que sentía Trueno y su remordimiento por haberse alejado de ella, la belleza rubia vuelve a las historias, también para potenciar los celos entre el resto de personaje femeninos que van desfilando por las páginas de los cuadernos y que igualmente suspiran por el amor del héroe español. Lo que hace de las aventuras del Capitán Trueno algo especial es justo ese componente romántico, sus heroicidades sin límite, el buen elenco de secundarios que van haciendo avanzar las aventuras y la variedad geográfica y cultural que propone, por imposible que sea su encaje realista en los viajes del Capitán y sus amigos, ya que casi sin solución de continuidad se encuentran junto a tribus prácticamente polares y dinosaurios que salen del deshielo o ante culturas de indios precolombinos.

Quizá también como parte de esa falta de tiempo para acabar los cuadernos a tiempo de ser publicados, Ambrós opta en muchas ocasiones por viñetas de mayor tamaño, incluso por la viñeta única por página, algo que incluso podía ser una rareza en aquella época en el tebeo español y que encuentra su mejor ejemplo en la batalla que se ve en el cuaderno número 65, en la que el ilustrador coloca a una veintena de personajes en la página. Difícilmente habría triunfado El Capitán Trueno sin la espectacularidad que propone Ambrós, y con lo bien que supo interpretar las escenas de combate, la creación de escenarios e incluso la presencia de criaturas fantásticas. Además de asistir a Ambrós, Beaumont dibuja en solitario los tres primeros cuadernos de este libro. Y aunque es verdad que las prisas provocan algunos fallos en la perspectiva, el balance de la ilustración es espléndido. De corte clásico, por supuesto, pero fácilmente disfrutable más de medio siglo después de que estas páginas fueran dibujadas. En realidad, esa es la misma sensación que deja El Capitán Tueno, que incluso con la ingenuidad que rezuma en muchos aspectos consigue ser un magnífico tebeo de aventuras a la vieja usanza.

El volumen incluye la reproducción de los cuadernos número 49 a 96, publicados originalmente entre septiembre de 1947 y agosto de 1958 con periodicidad semanal. Hasta el número 56 seguían siendo parte de la Serie Capitán Trueno de la Colección Dan y a partir del 57 ya sólo ofrece como título de cabecera el de El Capitán Trueno. Se incluyen como parte de las reproducciones las portadas de cada número, dibujadas todas ellas por Miguel Ambrós, a excepción de las de los tres primeros, del 49 a 51, obra de Ángel Beaumont. El libro ofrece además un artículo firmado por Vicent Sanchís que compara las figuras del Capitán Trueno y del Guerrero del Antifaz.