Guión: Scott Snyder.
Dibujo: Jock y Francesco Francavilla.
Páginas: 144.
Precio: 15,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2013.
En apenas un par de años, el nombre de Scott Snyder ya se ha asociado con fuerza al destino de Batman. Y eso que no tuvo una papeleta fácil cuando aterrizó en las series del personaje, porque le tocó completar lo que Grant Morrison estaba ideando para la mitología del Caballero Oscuro. Sin embargo, Snyder supo abrirse un camino propio y personal sin hacer que chirriase con lo que el guionista escocés tenía en mente. Batman. Espejo oscuro recoge los primeros números de su trayectoria en los títulos del personaje, concretamente en Detective Comics. Y resulta sorprendente el buen resultado de la mezcla que propone Snyder: el carácter más jovial de Dick Grayson vistiendo la capa y la capucha con un universo retorcido, incluso escabroso, en el que todo gira en torno al pasado, a las herencias, a los conflictos internos y al lugar que todo el mundo ocupa en el momento actual como resultado de su trayectoria anterior. Esa oscuridad la refleja Snyder en sus guiones con un reflejo más que apreciable en los dos dibujantes con los que arranca, Jock y Francesco Francavilla.
Lo primero que sorprende de estos números iniciales de Snyder es que el autor se maneja extraordinariamente bien escribiendo historias sobre Batman en las que el propio Batman a veces no ocupa el lugar central. Ocurre especialmente en Casos esqueleto y Los niños perdidos, la segunda y tercera historia que aparece en este volumen, que se centran con fuerza en el comisario Gordon, en sus hijos, Barbara y James (él es uno de los principales alicientes de este relato, porque aporta incontables tonalidades de gris a la historia del policía más incorruptible de Gotham), incluso en un recuperado Harvey Bullock, pero donde, de alguna manera, siempre se siente la presencia de Batman, incluso sin ser mencionado. Incluso la historia que da título al libro, Espejo oscuro, da en todo momento la sensación de ser mucho más un relato sobre Dick Grayson (sus costumbres, sus miedos, su pasado, sus relaciones con el resto de personajes de este universo) que del propio Caballero Oscuro, aunque no por ello pierde presencia el héroe. Snyder maneja con bastante habilidad la introducción de cartuchos de texto para que no interfieran con los diálogos, hábiles y certeros casi siempre. Son sólo unos primeros números de un cuadro mucho mayor, pero en ellos se ve claramente un camino a seguir que el autor fue construyendo poco a poco a partir de aquí.
El habitual vaivén de dibujantes que suelen tener las series de las grandes editoriales consigue a veces que el plan de un guionista no funcione tan bien como probablemente habría imaginado. Jock y Francavilla rompen por completo ese axioma. Con estilos bastante diferentes, ambos entienden muy bien lo que busca Snyder, la espectacularidad que hay en la acción de Espejo oscuro, pero también la intimidad que hay en las conversaciones de Dick con Alfred, Barbara o Gordon, y los dilemas interiores que sacuden a los personajes en las otras dos historias del volumen. Sin ser una referencia tan evidente pero puestos a comparar a ambos con el referente visual de las dos grandes historias de Batman de los años 80, Jock busca parecerse más al Frank Miller de El regreso del Caballero Oscuro y Francavilla al de Año uno. Más claro parece lo segundo que lo primero, pero ambos encuentran el espacio en el que mostrar su propio Batman. Las mejores escenas de Jock están en las fases más alucinógenas de la historia, con un poderoso gas que altera la percepción de Dick y puede ser que su estilo personal choque más claramente con los cánones de Batman, al menos del Batman más reconocible. Francavilla hace un trabajo más clásico y redondo, con una espléndida narrativa, una composición de página muy atractiva y un color lleno de matices.
El libro incluye los números 871 a 875 de Detective Comics, publicados por DC Comics entre noviembre de 2010 y marzo de 2011. Como contenido extra, el volumen incluye las portadas de los cuatro primeros números americanos, realizadas las tres primeras por Jock y la cuarta por Francavilla, un artículo de David Fernández para detallar el contexto de estas historias y una guía de los personajes del universo de Batman que tienen importancia en la etapa de Scott Snyder, para situar también al lector y recordarle que estos relatos acontecen antes de los Nuevos 52.