Pecados veniales, La marcha del cangrejo y Zombillenium. Diversión asegurada en tres títulos muy diferentes, todos obra de Arthur de Pins. El autor francés ha estado en Madrid coincidiendo con Expocómic y traído a España por Dibbuks, la editorial que publica su obra en nuestro país. Y desde esa misma editorial nos propusieron moderar el único acto de De Pins de carácter gratuito de esta visita, lo que Cómic para todos entiende como un pasito más en el reconocimiento al trabajo que hacemos en este modesto espacio, por lo que procede dar las gracias a toda la gente de esa espléndida editorial, que además de un magnífico catálogo con el que disfrutar (¿que aún no sabéis qué publican? Aquí podéis ver lo que hemos publicado sobre ellos) tiene una calidad humana impresionante. La presentación tuvo lugar el pasado viernes día 13 de diciembre en el Institut Français de Madrid, que puso todas las facilidad para que el acto fuera aún más interesante. Hubo una espléndida traducción simultánea que hizo que las explicaciones de De Pins, por supuesto en francés, y la moderación y algunas de las preguntas del público, en español, pudieran ser entendidas por todos. De esta forma, los casi 90 minutos que duró el acto quedaron muy bien aprovechados, en los que De Pins pudo explayarse a gusto para explicar su asombrosa y minuciosa técnica de dibujo y los presentes pudiéramos satisfacer nuestras dudas sobre su obra.
Sobre todo hablamos de Zombillenium por un doble motivo. Dibbuks ha publicado el pasado mes de noviembre la tercera entrega de la saga, Control Freaks (aquí, su reseña), y De Pins ya está preparando la adaptación cinematográfica de esta divertidísima saga. En el acto, de hecho, tuvimos la oportunidad de ver un primer clip musical que contiene las primeras imágenes animadas y uno de los temas que se escuchará en la banda sonora del filme. Y el resultado es muy atractivo, con una enorme fidelidad a las viñetas originales, que cobran vida con una fuerza impactante, hasta el punto de que su arranque es el mismo que tiene el primer volumen de la serie, Gretchen (aquí, su reseña). El vídeo se puede ver en la web Trois Couleurs (concretamente, aquí). Todavía tardaremos bastante en ver el filme que dirigirá el propio De Pins (que ya tiene experiencia previa en el mundo de la animación, y que todavía sueña algún día con que La marcha del cangrejo acabe siendo también un largometraje), confiando en que llegue también a España, porque ahora mismo está buscando financiación para convertirse en una realidad. La historia será algo diferente a la que estamos leyendo, entre otras cosas porque en el cómic la historia sólo ha llegado a la mitad, tres de los seis álbumes de que se compondrá la serie, pero básicamente será el primero de los tebeos con algunas partes del segundo. Y, a tenor de las sonrisas con las que De Pins evitaba aclarar demasiadas cosas sobre el contenido de la película o del cuarto álbum del cómic, seguro que habrá alguna sorpresa más.
En esa película, por cierto, se va a intentar que los derechos no impidan que Thriller forme parte de su banda sonora. Hay que recordar que De Pins incluyó en su primer álbum un homenaje a Michael Jackson, haciendo que uno de los zombis que actúan en el parque de atracciones tuviera el aspecto del cantante. La curiosidad es que ese capítulo apareció publicado en la revista Spirou apenas un día después de la muerte de Michael Jackson. No es el único parecido que hay en el libro, aunque los otros son más personales. De Pins explicó que Gretchen es idéntica a una amiga suya y que poco a poco le hicieron notar que Von Bloodt, el director del parque, está construido a imagen y semejanza de su padre. La mala noticia, siempre dicho entre comillas, es que la producción de la película dejará en suspenso el cómic, al menos durante un par de años. Pero De Pins se excusó con humor, recordando que si los autores de la exitosa Blacksad, los españoles Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, se pueden tomar varios años entre un álbum de la serie y el siguiente (cinco, por ejemplo, entre el tercero y el cuarto) él también tiene ese derecho. No importa, los fans de Zombillenium seguirán ahí esperando. Los de Pecados veniales pueden mantener todavía la esperanza de que haya una nueva entrega de la serie, según dijo. Aunque recordó que hizo esa serie en otro momento de su vida y de su carrera, no quiso cerrar totalmente la posibilidad de que haya más. Con la conversación sobre La marcha del cangrejo se volvió nuevamente al terreno de la animación, puesto que De Pins recordó que la historia nació como un pequeño corto de dibujos animados en blanco y negro, que fue lo que después expandió en su maravillosa serie de tres libros.
El plato fuerte de la presentación, no obstante, fue ver al maestro en acción. Arthur de Pins dibuja por ordenador. Lápices y rotuladores ya sólo forman parte de los dibujos que hace en las dedicatorias (en Expocómic tuvo tres horarios de firmas, haciendo casi un centenar de dibujos para los aficionados españoles) y disfruta de las acuarelas para hacer paisajes y relajarse. Pero su herramienta de dibujo es el Adobe Illustrator 9.0, una versión antigua de un programa que no está pensando específicamente para el dibujo artístico, sino para diseño gráfico. Pero su maestría en ese campo es sencillamente impresionante. En apenas unos minutos dibujó un gato blanco y negro combinando, superponiendo y recortando formas y colores. Su explicación fue tan minuciosa como didáctica y mostró el inmenso potencial de su forma de trabajar con una plancha del segundo libro de Zombillenium, Recursos humanos (aquí, su reseña), concretamente, la de la página 9. En ella hay una viñeta apaisada, una panorámica del parque, que ocupa un cuarto del alto de la página. Todas y cada una de las figuras que hay en ella tienen un detalle extraordinario, hasta el punto de que muchas de ellas pasan desapercibidas. Por ejemplo, el esqueleto ahorcado que hay junto a la entrada del edificio de la derecha está escupiendo sangre como si fuera una macabra fuente. Y eso, a simple vista, es inapreciable. Pero con Illustrator, De Pins amplió la imagen hasta el punto de que podría ser un primer plano. Al estar construida con formas y colores, no se pixela en absoluto. El autor tardó diez días en realizar sólo esa viñeta. Y un álbum completo se acerca al año de trabajo.
Arthur de Pins demostró en su paso por Madrid que, además de ser un autor sensacional, es un tipo de esos a los que merece la pena escuchar porque tienen mucho que enseñar. Su visita ha sido una gozada para todos aquellos que apreciamos sus cómics. Y es de agradecer el esfuerzo de una editorial como Dibbuks para que en España tengamos la suerte de escuchar a artistas como De Pins en España, así como en del Institut Français por abrir sus puertas para que el cómic siga rompiendo fronteras.