Editorial: Planeta DeAgostini.
Guión: Timothy Truman.
Dibujo: Tomás Giorello.
Páginas: 120.
Precio: 14,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2013.
La fascinación que produce la etapa de Conan como rey procede de una doble vía. Por un lado, es la oportunidad de ver a un Conan avejentado recordando sus mejores hazañas. Por otra, reúne lo mejor del bárbaro con su evolución natural como personaje, la misma que siempre planteó en sus relatos Robert E. Howard, creador del fiero cimmerio. Conan Rey. El fénix en la espada es una historia no especialmente conocida o destacada por los eruditos en las aventuras del personaje, como se destaca en el artículo que cierra el volumen, pero esta versión en cómic que ofrecen los ya veteranos en sus relatos Timothy Truman y Tomás Giorello viene a ser un acto de justicia hacia los méritos de este relato de Howard y una forma maravillosa de dar esplendor a este título, en realidad un cuento bastante sencillo sobre una traición a la que Conan tiene que hacer frente para salvar su reinado. Pero a la eficacia del guión se suma una espectacularidad bestial en el dibujo de Giorello, llevando a esta miniserie a un punto de disfrute absoluto, tanto para los aficionados de Conan como a los amantes más puros y clásicos de la fantasía heroica.
Hace ya bastante tiempo que Timothy Truman probó su enorme habilidad para llevar al cómic los relatos de Conan. Desde los más complejos hasta los más sencillos. La tentación de colocar El fénix en la espada entre los segundos es fuerte. Es una historia de traiciones y venganzas bastante sencilla de seguir, pero no deja de ser una artimaña primero de Howard y después de Truman, porque la historia encierra muchos más detalles que posiblemente pasan inadvertidos por el fragor de la batalla. El guionista maneja con enorme acierto las intervenciones del Conan más maduro como narrador de la historia para su escriba, de una forma en la que no sólo no rompe la narración principal sino que la complementa, y le da un aire más profundo, como las reflexiones que son de un viejo rey. Domina también con muchísimo oficio el papel de Thoth-Amon como villano en la sombra del relato. Y, sobre todo, juega con habilidad con el carácter mítico de Conan, su incomparable fierza en el combate y su conocida aversión a las artes mágicas a pesar de que son una parte ineludible de su mundo. Es, desde esa pretendida sencillez, una historia sumamente completa, que recoge lo mejor de la idiosincrasia de Conan para hacer que avance un relato sumamente entretenido, fiel a la tradición más clásica del personaje y a la vez como muestra indudable del Conan de Dark Horse.
Todo eso es fruto del trabajo de Truman, pero quizá en esta miniserie más que nunca es obligado dar más crédito al dibujante. Tomás Giorello no tuvo una papeleta fácil cuando entró en la serie principal de Conan para sustituir a Cary Nord, el ilustrador que había dado al cimmerio el aspecto que debía ser definitivo para esta andadura en el mundo del cómic, una que al menos igualara el esplendor de los años de Conan en Marvel. Nord lo bordó. Y Giorello no ha dejado de crecer desde que dibujó a Conan por primera vez hasta el punto de haber hecho suyo ya este personaje. El fénix en la espada es, hasta el momento, el mejor trabajo que ha hecho con él, completísimo a todos los niveles, tanto en el retrato de Conan, más incluso en el Conan avejentado que en el ya de por sí impresionante guerrero, como en las escenas de acción y violencia descarnada, pero también en los escenarios y en los elementos más mágicos del relato. Si queda alguna duda, no hay más que fijarse en la maravillosa doble splash page del primer número de la miniserie, en la que Conan rememora algunas de sus aventuras. Tan fascinante es que Giorello tuvo que estampar en ella su firma. Y si se trata de destacar lo mejor de Giorello, es inevitable incidir en su retrato de Thoth-Amon o en la maravillosa secuencia en la que Conan se encuentra con Epimetreus el sabio, desarrollado a lo largo del segundo y del tercer número. Giorello hace crecer una historia ya muy completa sobre el papel.
El libro contiene los cuatro números de King Conan: The Phoenix on the Sword, publicados originalmente por Dark Horse entre enero y abril de 2012. Esta es la segunda de las miniseries que la editorial norteamericana publica con el título de King Conan, la segunda que recopila Planeta en tomos unitarios para su edición española, tras La ciudadela escarlata. Además de las portadas originales de Andrew Robinson y una alternativa a cargo de Gerald Parel, el volumen ofrece como contenido extra un artículo de Mark Finn titulado De Rey Kull a Conan Rey: la resurrección del rey héroe, acompñaado por una serie de dibujos a lápiz de la historia seleccionados por el propio Tomás Giorello.