Guión: Archie Goodwin, Tom DeFalco y Howard Chaykin.
Dibujo: Howard Chaykin, John Buscema y Shawn McManus.
Páginas: 176.
Precio: 17,95 euros.
Presentación: Cartoné con solapas.
Publicación: Junio 2013.
Lobezno y Nick Furia son dos personajes atípicos dentro del universo Marvel que comparten una característica esencial para explicar su longevidad: son héroes que encajan en contextos muy diferentes. El mutante es uno de los integrantes esenciales del renacer de los X-Men en los años 70, pero tiene un acomodo igualmente interesante en solitario y en historias que no dependan de los elementos más fantasiosos del cómic de superhéroes. Furia es un espía, y se mueve como pez en el agua por el mundo realista que no deja de ser la versión sucia del espionaje brillante de James Bond en los años 60 y 70. Pero también encaja en relatos de corte superheroico mucho más pronunciado. Por eso, cuando estos dos personajes se unen saltan chispas. Y siempre interesantes. El recopilatorio Lobezno y Nick Furia. Conexión Escorpio toma su título de la primera de las tres novelas gráficas que contiene, sus team-ups esenciales, firmadas por una constelación de estrellas de Marvel de los años 80 y 90. No es un cómic de espías ni tampoco uno de superhéroes, pero sabe coger lo mejor de los dos universos para ofrecer algo diferente.
Archie Goodwin al guión y Howard Chaykin en el dibujo firman Conexión Escorpio, una historia más cercana al mundo de Furia por su entorno y por los antagonistas. Escorpio es, efectivamente, un villano mucho más vinculado a él y a S.H.I.E.L.D. que a Lobezno, aunque Goodwin introduzca el hábil gancho de Arcade y los X-Men para enganchar desde el principio. Lo mejor, el clímax final, en el que los dos héroes contraponen sus métodos y sus objetivos de una forma clara. Chaykin muestra su muy personal y reconocible estilo como mucha eficacia en el dibujo de esta primera novela gráfica. La rebelión de Escorpio viene a ser una secuela de esa primera historia, en la que Chaykin recoge el testigo de Goodwin en el guión y deja los lápices en manos de un ilustrador muy diferente a él, Shawn McMannus. Es probablemente el más flojo de los tres segmentos que incluye este volumen, y lo es además en ambos terrenos, escritura y dibujo. No es una mala historia, es trepidante y está bien llevada, pero la carga emocional en la relación entre Furia y su hijo está muy alejada de la que se mostraba en Conexión Escorpio y la intriga política no deja de ser una excusa inicial para ir a lo que realmente interesa en esta ocasión, la acción. Así, ya con Lobezno metido en faena, sí brilla el relato, por debajo del anterior.
Como lo que importa en esta novela gráfica en la sinergia entre los dos personajes protagonistas, la historia que más luce es la intermedia. Con un claro protagonismo de Lobezno (el único de los dos al que se menciona en la cabecera de la novela gráfica), Decisiones sangrientas es un espléndido retrato tanto del mutante de las garras de adamantium como del director de S.H.I.E.L.D. que, paradojídicamente, surge de la única historia en la que no hay lazos personales en la premisa. Tom DeFalco saca petróleo de una anécdota mínima y de asuntos muy difíciles de abordar, como el abuso a menores, para que Lobezno y Furia queden retratados con precisión, cada uno a un lado de la ley y de la obligación. Tiene mérito que en Furia logre el mismo nivel de precisión que con Lobezno, cuando es Logan el narrador en los cartuchos de texto que introduce DeFalco. Y si el guión es muy acertado en casi todo (aunque algunos personajes secundarios no queden del todo bien perfilados, como es el caso de Cuchilla, esa especie de sosias de Lobezno), el trabajo de John Buscema en el dibujo es sencillamente espléndido, engrandecimiento además por el coloreado de Gregory Wright. Buscema encandila con todos los detalles, pero sobre todo con su retrato de Lobezno, con las escenas de pelea y con la página final.
El libro incluye las novelas gráficas Wolverine – Nick Fury: The Scorpio Connection, Wolverine: Bloody Choices y Wolverine & Nick Fury: Scorpio Rising, publicadas por Marvel Comics en 1989, 1991 y 1994 respectivamente. Los contenidos extra del libro son una introducción a cargo de Raimon Fonseca y las portadas originales de las tres historias que contiene, a cargo de los autores de las propias novelas gráficas a excepción de Bloody Choices, cuya cubierta es obra de Joe Jusko y la alternativa, apaisada y también incluida en esta edición, sí es del propio Buscema.