Editorial: Planeta DeAgostini.
Guión: Brandon Seifert.
Dibujo: Lukas Ketner.
Páginas: 128.
Precio: 12,95 euros.
Presentación: Rustica.
Publicación: Septiembre 2012.
Pocos nombres del mundo del cómic actual dicen tanto como el de Robert Kirkman, que parece convertir en oro todo lo que toca y toca cada un número cada vez más grande de títulos y autores. El creador de Los muertos vivientes apadrina Witch Doctor, cuya primera miniserie, A golpe de bisturí, corre a cargo de Brandon Seifert y Lukas Ketner. Se trata de un desmadrado relato de terror, tan original en su planteamiento y diseño como clásico en sus formas, un descarado relato de monstruos y doctores que ofrece grandes dosis de entretenimiento. El origen de Witch Doctor hay que encontrarlo en sus autores, el guionista Seifert y el dibujante Ketner. Ellos mismos autoeditaron las primeras aventuras de su buen doctor, llamando la atención de Kirkman. Seifert llegó a describir este cómic como una mezcla entre el doctor House televisivo y el Doctor Extraño de Marvel, pero también ha admitido que hay más del Van Helsing clásico que del médico interpretado por Hugh Laurie. Y que la intención de ambos autores era tratar al personaje con sucesivas miniseries y especiales, siguiendo el modelo de Mike Mignola con Hellboy.
A golpe de bisturí es, por tanto, esa primera miniserie de Witch Doctor, que se presenta junto al número 0, una presentación de los personajes y de este estrambótico universo, pero no una introducción a la citada miniserie y que funciona casi como un gag aislado y casual, una anécdota narrativa con la particular visión de sus autores sobre los vampiros.Si algo hay que reconocer a la serie desde su primera página, es la honestidad que desborda. Es una historia de monstruos, es una historia de médicos locos, es una historia de terror, pero es también una comedia macabra. No hace falta completar el primer número para ver esas características en la historia. Ni tampoco que funcionan a la perfección, que la mezcla es tan descabellada como entretenida y que el envoltorio es capaz de traer a la mente historias de cómic como Fábulas o novelas tan inmortales como Dracula. Vincent Morrow, el doctor protagonista de esta historia, es un personaje que bebe de muchas fuentes. Es sarcástico y cínico, pero también es el mejor en lo que hace y lo sabe. Seifert le caracteriza a través de estos rasgos, pero también a través de una cuidadísima selección de personajes secundarios, de los que va ofreciendo pinceladas (incluso creando una broma metanarrativa, pues su ayudante, Eric Gast, se queja amargamente en una escena de lo poco que le ha contado el doctor Morrow) para ir abriendo con mucha inteligencia un universo que puede dar mucho de sí.
Dice Seifert en su escrito de conclusión que Lukas Ketner es uno de los mejores diseñadores de monstruos del cómic moderno. Viendo Witch Doctor parece sensato darle la razón. Hay una clara inspiración en la imaginería de H. P. Lovecraft, que también se deja sentir en el guión, pero todas sus criaturas son imaginativas y repulsivas a la vez. Son monstruos en el sentido más amplio del término, alimentan tanto el miedo como las fantasías de los lectores y dando a la historia una consistencia de la que carecería sin un respaldo visual adecuado. Porque no basta decir que un monstruo es aterrador, está obligado a generar ese miedo. De entre todas las criaturas, hay una que destaca por méritos propios, y es Penny. Su aspecto, sensiblemente mejorado desde los bocetos iniciales, la fusión que supone entre una mujer y un monstruo, y los debates internos de sus dos mitades hacen de ella un personaje extremadamente interesante, complemento perfecto a la locura científica y fantástica del doctor Morrow y las ganas de saber y ayudar de Eric Gast. Es un trío muy equilibrado, complejo e interesante en el que Seifert y Ketner tienen todavía mucho que explorar pero cuyo arranque es sumamente prometedor.
El volumen incluye los cuatro números de la miniserie Witch Doctor, publicado originalmente entre junio y noviembre de 2011, y el número cero de la serie, que se incluyó en el número 85 de Los muertos vivientes a modo de encarte promocional, en mayo de 2011. Este fue el primer título del sello Skybound, creado por Robert Kirkman para trabajar en colaboración con Image Comics, que no está escrito por el propio Kirkman, la mente detrás de obras como Invencible o El asombroso Hombre Lobo. El volumen de Planeta DeAgostini se completa con varios contenidos extra: una introducción de Kirkman, una conclusión de Brandon Seifert, un cuaderno de bocetos comentados por Seifert y Lukas Ketner, las portadas originales de Ketner para los cuatro números de la miniserie, y algunas de las ilustraciones del Witch Doctor autoeditado por los autores.