‘Superman. El Hombre de Acero’ 2, de John Byrne

Editorial: ECC.

Guión: John Byrne y Marv Wolfman.

Dibujo: John Byrne y Jerry Ordway.

Páginas: 208.

Precio: 19,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Noviembre 2012.

Segundo volumen de Superman. El Hombre de Acero, la serie que reedita la clásica reinvención del personaje que hizo John Byrne en la década de los 80, tras los eventos de Crisis en Tierras infinitas. El plato fuerte de este libro está en el enfrentamiento con Darkseid en Apokolyps que anuncia la portada, pero no es el único personaje destacado del universo DC que aparece en sus páginas. Así, en el camino de Superman se cruzan otros como los Jovenes Titanes, el Fantasma Errante o el demonio Etrigan, y se enfrenta, cómo no, a Lex Luthor, un personaje especialmente bien desarrollado en estos números. Con la miniserie The Man of Steel, incluida en el primer volumen de esta colección, Byrne ya había sentado las bases del Superman moderno. Con las premisas iniciales ya establecidas y los personajes principales ya presentados, llega el momento de expandir el universo del protector de Metrópolis. Su acierto a la hora de dar el siguiente paso está en que lo hace sin supeditar la historia a ese objetivo. Es decir, los poderes, la personalidad y el universo de Superman evolucionan de forma coherente y natural mientras las historias se suceden y el héroe tiene que decidir cómo resolverlas.

El arco argumental más extenso de este libro lo forman los tres números que llevan a Superman a Apokolips. Byrne planta en esta historia una semilla, el control de Darkseid sobre un Superman que ha perdido la memoria, que usaron los responsables de la serie de dibujos animados de los años 90 o Jeph Loeb y Michael Turner en Apocalipsis, la historia en la que reintrodujeron a Supergirl en el Universo DC ya en el siglo XXI. Claro que el gran golpe de efecto de la historia corresponde al episodio guionizado por Wolfman, pero Byrne firma el argumento junto a Ordway, con lo que se le puede considerar igualmente responsable. Esta es una de esas historias que hoy daría para un gran evento o una publicitada novela gráfica pero que en los 80 era material de comic-book de 24 páginas. Con una sencillez que despierta la nostalgia, pero con una gran clase narrativa, Byrne y Wolfman habla de la importancia de Superman como símbolo y como campeón, pero también de la crueldad de Darkseid y del peligro de los poderes del Hombre de Acero si no están puestos al servicio del bien, y todo ello sin perder un ápice de ritmo o acción.

El desarrollo de Lex Luthor en manos de Byrne, que también es deudor del trabajo de Wolfman, es brillante. No hace falta que sea el protagonista de ninguna historia para estar siempre presente, aunque sí lo sea del número 2 de Superman. Que sea inalcanzable para el héroe, con todo su poder y con la rabia de haber atacado a sus seres queridos, es una de las genialidades de esta etapa. La kryptonita, por supuesto, sigue jugando un papel decisivo en las aventuras del guardián de Metrópolis, pero de formas muy imaginativas como sucede en el enfrentamiento contra Bloodsport. La misma idea de un Superman descontrolado o manejado que plantea la historia de Darkseid es la que está presente en el primer número en este volumen, en el que el Hombre de Acero se enfrenta contra su voluntad a tres de los Jóvenes Titanes, Cyborg, Changeling y Wonder Girl. Ésta última prueba que Byrne es más que capaz de dibujar personajes femeninos fuertes sin que por ello dejen de perder la belleza canónica que se ha convertido en marca inevitable del cómic de superhéroes. Y es que Byrne es un gran narrador, pero también un dibujante muy completo. Para certificarlo, no hay más que ver el aura de poder que desprende su Superman.

Byrne también pone a prueba la versatilidad de Superman. Es evidente que el personaje funciona en su contexto, y es algo que dejaba claro en el primer volumen de esta serie. Pero sumirle en escenarios fantásticos y mágicos, como sucede en sus encuentros con el Fantasma Errante y el demonio Etrigan es digno de mención porque son historias que avanzan con la misma naturalidad y solidez. La primera incluso muestra un tipo de narración, con la aventura ya iniciada, que gusta mucho a Byrne y que también usa en su encuentro con los Jóvenes Titanes. Este segundo libro de El Hombre de Acero comprende los números 584 a 587 de Action Comics y los números 2 a 4 de Superman, publicados todos ellos entre enero y abril de 1987. Byrne es el guionista y dibujante de todos ellos, con el entintado de Terry Austin, salvo del 586 de Action Comics, escrito por Marv Wolfman e ilustrado por Jerry Ordway. El volumen ofrece una introducción fascinante, escrita por Wolfman, en la que habla de su papel en el relanzamiento de Superman en esta etapa y anteriormente. Y además de las portadas originales de todos los números que incluye, el libro se completa con las fichas que dibujó John Byrne para el Who’s Who in the DC Universe de aquellos años, concretamente las de Lois Lane, Krypton, Amazing Grace y Metalo.