‘Conan. La leyenda’ 5, de Timothy Truman, Cary Nord y Tomás Giorello

Editorial: Planeta DeAgostini.

Guión: Timothy Truman.

Dibujo: Cary Nord y Tomás Giorello.

Páginas: 152.

Precio: 18,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2012.

Tras el final de la gran etapa inicial de Kurt Busiek, el quinto número de Conan. La leyenda continúa mostrando el trabajo de Timothy Truman al frente de la colección sobre el personaje que Dark Horse comenzó a editar en 2004. El relato de Robert E. Howard cuya adaptación está incluida en estas páginas es Villanos en la casa, que se desarrolla a lo largo de cuatro números originales. Tomás Giorello se ocupa del dibujo de esas entregas, mientras que los dos primeros ejemplares incluidos en este volumen son del dibujante con el que arrancó la serie, Cary Nord. Con esas dos primeras historias, La ratonera y El laberinto, Truman y Nord ponen fin a la aventura iniciada en el cuarto volumen, aunque todavía colearán algunos ecos que quedarán completos en el relato principal del libro, Villanos en la casa, escrito también por Truman pero ilustrado por Tomás Giorello. Robert E. Howard publicó este relato por primera vez en 1934, en la revista Weird Tales y es perfecta no sólo para definir la honorabilidad de Conan sino para ilustrar el personaje que quería mostrar Dark Horse en esta su reinvención del cimmerio.

Conan tiene un sentido del honor que se adapta al mundo pretendidamente civilizado en el que se mueve. Villanos en la casa trata precisamente de eso, de dos hombres de elevada posición que se dan cuenta, a su pesar, de que el bárbaro es mejor hombre que ellos. El cimmerio paga sus deudas, sean las de amistad como la que mantiene con Nestor el gunderio, sean las de traición que le llevan a vengarse, de una manera muy adecuada y personal, de la hermosa Jiara. Si algo caracteriza esta cronología adaptada al cómic de las aventuras de Conan es la naturalidad con la que se producen los relevos en el equipo artístico. Truman relevó a Kurt Busiek, primer guionista de la serie, sin alterar la esencia de la historia ni del personaje, y lo mismo se puede decir en el dibujo, aunque aquí sí se aprecian diferencias con más facilidad. Nord es, sin duda, el dibujante por excelencia de esta colección, el que marcó el aspecto que tenía el Conan de Dark Horse desde que la editorial se hizo con la licencia del personaje, y eso es una pesada carga para cualquier dibujante que coja el testigo tras semejante logro, pero Giorello hace un trabajo también espléndido.

Comenzando por el guión, Truman consigue explotar las características que hacen de Conan un personaje atractivo con la misma facilidad que Busiek. Además del mencionado sentido del honor, su gusto por la acción y por las mujeres quedan de nuevo de manifiesto en estos números. Y sumando las características esenciales de Conan, es imposible no hacer un buen retrato de Conan. Truman entiende el personaje y entiende la historia. También su condición de bárbaro, su gusto por tener una buena espada en las manos y una ironía muy fina, producto de sus aventuras en el mundo real. Está quizá algo por debajo de lo mostrado por Busiek en los números que han conformado los cuatro primeros tomos de Conan. La leyenda, pero a un gran nivel igualmente. En el apartado gráfico, Nord destaca en el tono general que imprime a sus historias, en la atmósfera y en la narración, ofreciendo un precioso acabado con la ausencia de entintado. Tomás Giorello es probablemente un dibujante más espectacular, que busca sacar más partido de las escenas de acción y que dibuja cuerpos más definidos y musculosos que los de Nord. También gusta más de usar las sombras que el dibujante más habitual de esta colección.

Este quinto volumen de Conan. La leyenda comprende los números 37, 38 y 41 a 44 de la colección original de Dark Horse, Conan a secas, publicados entre febrero y septiembre de 2007. Como ya es habitual en esta serie de recopilatorios, el volumen de Planeta DeAgostini contiene las portadas originales de los números que incluye el libro, todas ellas de Cary Nord, aunque las dos primeras conjuntamente con Richard Isanove, uno de los artistas gráficos que trabajan en la saga de La Torre Oscura, basada en los libros de Stephen King. Además, Truman escribe la introducción al libro, que se completa con un artículo de Mark Finn sobre el relato original de Howard que sirve de centro argumental a este volumen, Villanos en la casa.