‘The Knight Waltz’, de Chris R. Notarile

Director: Chris R. Notarile.

Reparto: Mandy Evans, Matthew Jenkins, Hector de la Rosa.

Duración: 4 minutos.

Año: 2010.

La mutua atracción entre Batman y Catwoman ha estallado en la gran pantalla en dos ocasiones, con Michael Keaton y Michelle Pfeiffer en Batman vuelve (Tim Burton, 1992) y con Christian Bale y Anne Hathaway en El Caballero Oscuro. La leyenda renace (Christopher Nolan, 2012), pero nunca de una forma tan juguetona y traviesa como la plantea The Knight Waltz. Es, como el título ya adelanta, un baile cargado de picante, visto mucho más desde el punto de vista de Catwoman que desde el de Batman. Porque ella es la que se mueve por diversión, mientras que el deber es lo que impide que él dé rienda suelta a su deseo. Y así, lo que Notarile rueda es tanto un vals como una pelea, que bebe de ambos choques de estos dos personajes en el cine pero que sobre todo da una visión fresca, diferente y desenfadada a uno de los vínculos más populares de las franquicias de DC Comics. Buscar más allá es perder el tiempo y arruina la posibilidad de disfrutar de un fan film muy bien realizado y sumamente entretenido.

Buena parte del mérito hay que dárselo a Mandy Evans. Aunque su aparición en pantalla puede llevar ese sentido del juego un tanto demasiado lejos (sus movimientos casi son más propios de Harley Quinn que de Catwoman), a partir de ese instante su lenguaje corporal (muy personal, pero por dar alguna referencia más cercano en varios gestos al de Pfeiffer que al de Hathaway) se apodera del corto. Ella lleva siempre la voz cantante del movimiento, del diálogo y de la lucha, pareciendo una extensión de la Catwoman del cómic gracias también al espléndido disfraz que lleva. Es ahí donde esta Catwoman marca diferencias con este Batman. Su referencia es claramente Bale (especialmente marcado en la voz, doblada por Hector de la Rosa) y el atuendo de la trilogía de Nolan, aunque el mismo corto parezca una versión pícara de la primera pelea entre ambos de Batman vuelve. El aspecto de Batman no convence tanto como el de Catwoman, no sólo por los detalles (camuflados por Notarile con cierta habilidad con la brillante iluminación de la escena), sino porque le falta corpulencia para ser tan creíble como su compañera de reparto.

The Knight Waltz presenta una coreografía de lucha / baile bastante atractiva, una puesta en escena notable y unas actuaciones convincentes (de nuevo, conviene insistir en que ella está por encima). Siendo éste uno de los romances más duraderos de la historia del cómic, y que ha pasado por incontables interpretaciones diferentes, este corto sobre Batman y Catwoman destaca por el tono amable y el buen humor con el que está realizado, respetando siempre la esencia de estos dos iconos de DC. Y el uso del vals ruso de Shostokovich, una pieza que los más cinéfilos vincularán inevitablemente con Eyes Wide Shut (Stanley Kubrick, 1999) es formidable. Encaja a la perfección en las imágenes y en el mencionado tono que adquiere este recomendable fan film, que no necesita realizar un profundo estudio psicológico para hablar francamente bien sobre Batman y Catwoman. Pero la estrella aquí tiene claramente nombre de mujer.