CÓMIC PARA TODOS

‘Catwoman 3. ¡Muerta de risa!’, de Ann Nocenti y Rafa Sandoval

catwoman_num3_okBREditorial: ECC.

Guión: Ann Nocenti.

Dibujo: Rafa Sandoval, Adriana Melo y Emanuela Lupacchino.

Páginas: 144.

Precio: 13,95 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Agosto 2013.

Catwoman, tanto la serie como el personaje, han cogido una dirección extraña en los nuevos 52 de DC. Arrancó el título con la polémica en la que quedó envuelto por el atrevimiento de Judd Winick y Guillem March de potenciar la sexualidad de esta felina femme fatale e incluso mostrar el preludio y el epílogo de una relación de cama con Batman, máscaras incluidas. Y ahora, con este tercer número de ECC, arranca una nueva etapa, la de la guionista Ann Nocenti y el dibujante español Rafa, Sandoval, que no parece que vaya a ser menos polémica. La apuesta por el lado más sexy de Catwoman se mantiene, pero los dos arcos argumentales principales que contiene este número dejan en el aire una identificación más clara del personaje. El primero es la conexión con La muerte de la familia, extraña e interesante a partes iguales, y el segundo es un relato de corte fantástico, un entorno que no es precisamente aquel en el que más luce el alter ego de Selina Kyle. Hay momentos que hablan muy bien de esta nueva etapa de Catwoman, pero otros en los que parece todavía un personaje por construir, unas dudas que no solventa tampoco el número 0 de la serie, que en lugar de responder preguntas sobre su pasado deja aún más interrogantes que resolver.

El duelo entre Catwoman y el Joker es lo más desconcertante de este volumen. No por el atractivo y sugerente dibujo de Rafa Sandoval, sino por los vaivenes de Nocenti, alocados incluso para una historia con el villano que la protagoniza. A veces da la impresión de que es más importante ver a Catwoman desnuda, en realidad en ropa interior, que desarrollar un enfrentamiento verdaderamente crucial entre ambos. El Joker juega con Catwoman, y eso hasta cierto punto ya es difícil de digerir con la personalidad que se le supone a ella, y el límite está en la imaginación del lector. Pero al final la historia no termina de dejar conclusiones satisfactorias y queda lejos de lo que hizo, por ejemplo, Mike W. Barr con lápices de Alan Davis en el choque entre ambos personajes en los años 80. Sandoval eleva el entretenimiento que plantea Nocenti, que tampoco consigue sacar lo mejor de Catwoman en la segunda historia, una peculiar transformación demoníaca de la protagonista. Donde sí se ven elementos positivos en el trabajo de la guionista es en la construcción del mundo de Selina Kyle. Sus aliados, sus enemigos, la Policía, pero también sus motivaciones y sus impulsos. Se intuyen muchos detalles en el guión, se pueden llegar a ver en algunos momentos, pero quedan en un segundo plano por el ruido. Y no se puede decir que el arranque de esta etapa de Catwoman no sea entretenido y visualmente muy atractivo, tanto como su felina protagonista, pero dista mucho de ser una versión sobresaliente del personaje.

El pasado de Catwoman está en las historias que sirven para abrir y cerrar este tercer número de ECC. La primera, el número 0, aclara algunos aspectos de lo que le ha sucedido a Selina Kyle antes de ser Catwoman, pero, además de utilizar para su faceta felina un origen que no se había visto antes en el cómic y sí en el cine, lo que hace esta historia es abrir más interrogantes. Y son interrogantes que no añaden más misterio a una mujer que por sí misma siempre lo ha despertado. Adriana Melo, con su espectacular trazo, tampoco consigue aquí el mejor de sus trabajos, ni siquiera en Catwoman (había dibujado dos números previamente, incluidos en el segundo volumen de ECC), y queda por debajo de los logros de Sandoval. En la historia final, parte de un especial de San Valentín, dibujada con más acierto por Emmanuela Lupacchino, Nocenti recrea el primer encuentro entre Batman y Catwoman. Y peca en esta ocasión de simplificar demasiado la relación entre ambos, a pesar de que realiza un espléndido retrato de los sentimientos de Selina en la última de las ocho páginas de esa historia. Detalles, por tanto, contradictorios y de alguna manera insuficientes. El número 0 y el comienzo de la etapa de Nocenti hace que sea un buen momento para engancharse a las aventuras de Catwoman, pero el resultado deja dudas que sólo los próximos números podrán despejar. No en el apartado visual, pero sí en el narrativo. Catwoman sigue esperando todavía un auténtico arranque en el nuevo Universo DC.

El volumen de ECC incluye los números 0 y 13 a 17 de la serie de Catwoman, editados originalmente por DC entre septiembre de 2012 y febrero de 2013 y material del Young Romance:The New 52 Valentine’s Day Special, de ese mismo mes.  La edición española incluye las cubiertas originales realizadas por Guillem March para el número 0, Greg Capullo y Andy Clarke para el 13, Trevor McCarthy para el 14 y el propio Rafa Sandoval para los tres últimos números.

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Esta entrada fue publicada el 30 agosto, 2013 por en Ann Nocenti, Catwoman, Cómic, DC, ECC, Novedades, Rafa Sandoval.

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