CÓMIC PARA TODOS

‘Saucer Country’, de Paul Cornell y Ryan Kelly

saucer_country_BREditorial: ECC.

Guión: Paul Cornell.

Dibujo: Ryan Kelly, Goran Sudžuka, Jimmy Broxton, Andrea Mutti, David Lapham y Mirko Colak.

Páginas: 144 (número 1), 176 (número 2).

Precio: 13,95 euros (número 1), 15,95 euros (número 2).

Presentación: Rustica.

Publicación: Enero y julio 2013.

La mala noticia de Saucer Counry es que es una serie cancelada, que ECC ha reunido en dos volúmenes. Y es una pena, porque la serie tiene un planteamiento apasionante y un arranque muy bueno. Sus cualidades quedan por desgracia interrumpidas por cuestiones editoriales, pero bien cerradas por si en algún momento se puede seguir su publicación. La política, local primero y al más alto nivel después, la América profunda y las abducciones alienígenas se dan la mano en Saucer Country. Que la protagonista sea una senadora hispana, el gozoso componente alucinógeno y onírico que introducen Paul Cornell y Ruan Kelly, y el mismo concepto inicial hacen de esta serie una sorpresa fresca y agradable. La historia, en apariencia sencilla, es mucho más enrevesada y compleja de lo que deja ver cada una de sus partes. La serie sigue básicamente las andanzas de Arcadia Alvarado, gobernadora de Nuevo México y aspirante a la Presidencia de los Estados Unidos, que afianza su propósito de llegar a la Casa Blanca tras ser protagonista de una abducción alienígena. La historia resultante mezcla una trama política, con localismos y un surrealismo impecable para una historia como ésta. El cóctel garantiza momentos tan divertidos como inquietantes.

Visaulmente, Saucer Country parte del extraterrestre más clásico, el pequeño hombre verde de ojos almendrados con los platillos volantes que marcaron el nacimiento de la era ovni, para después ponerlo todo en duda. ¿Que hacen falta alienígenas procedentes de otras mitologías? Los usa. ¿Que hace falta dudar absolutamente de todos los relatos fantásticos? Lo hace. Y es que esa es la clave de esta serie, la ausencia absoluta de certezas, lo que permite al lector elucubrar sobre cualquier aspecto, incluso los más definitorios de la trama, como lo podría hacer cualquiera de los personajes protagonistas. El arranque busca sorprender, a pesar de que el punto de partida de la serie no está nada disimulado ni en las portadas ni en sus descripciones editoriales, por lo que se pierde por completo el divertidamente siniestro misterio que ocupa el primer número. Después de introducirnos en el delirante escenario central de la historia, el sexto episodio del primer libro es, precisamente, lo que indica su título, una Guía de campo de platillos volantes. Y la segunda mitad de la serie, ofreciendo dos interesantes interludios que no hacen sino demostrar que la serie podría haber llegado mucho más lejos de ese último número 14, juega a desmontar y reconstruir con inteligencia todo lo que el lector, incauto de él, se ha atrevido ya a dar por sentado.

Aunque la parte final deja cierta sensación de que hubo que improvisar un cierre claro, los primeros números mostraban todo lo contrario, que todo lo que aparece en la página formaba parte de un plan meticulosamente trazado para que el lector esté tan intrigado como los propios actores de esta serie, en una historia que la editorial vendió como una mezcla entre Expediente X El lado oeste de la Casa Blanca pero a la que también un primer impulso acerca a la comunidad de Twin Peaks. Esto último, además, se acentúa en el segundo de los volúmenes de ECC en varios de los escenarios. Cornell crea una serie intrigante y atractiva porque realiza una magnífica combinación de elementos y personajes. Sobresale en ese contexto el personaje de Arcadia, una mujer fuerte que se enfrenta a sucesos poco corrientes. Y la química que tiene con los personajes que rodean su candidatura presidencial es muy intensa. Funciona su ex marido, el alcohólico Michael, mucho más cuando el misterio sacude su rol en la historia; su principal ayudante y figura paterna de la historia, Harry; la ambiciosa y cerebral jefa de campaña, Chloe; y el hombre que va a asesorar a la candidata presidencial en materia ufológica, el profesor Kidd, con sus singulares alucinaciones. Juntos conforman un auténtico zoo humano, cada uno de ellos con sus dilemas morales y personales.

Con ellos juega Cornell, les lanza todo tipo de ensoñaciones con extraterrestres, interpretados de formas delirantes, absurdas o populares según proceda en el momento de la historia. Esa variedad es lo que hace que nada parezca ya visto o repetitivo. Eso y el talento de Ryan Kelly para responder a la perfección a cada reto visual que le plantea Cornell en su guión. Hay una gran compenetración entre guionista y dibujante y el entretenimiento que proporciona Saucer Country es producto de esa espléndida fusión de talentos. Aunque las versiones que Kelly hace de lo más fantástico de esta historia son acertadísimas y muy llamativas, lo mejor de su trabajo está en la expresividad de sus personajes humanos. A través de sus rostros se puede seguir sin problema toda la historia, prácticamente sin leer los textos. Kelly, en todo caso, no dibuja todos los números de la serie. Los respiros que se toma permiten ver a otros autores. Broxton apuesta por un dibujo algo más sucio y oscuro que el de Kelly. David Lapham disfruta con la recreación histórica, mientras que Mirko Colak y Andra Mutti combinan fantasía y realismo con solvencia.

El primer volumen español de Saucer Country incluye los seis primeros números de la serie, enmarcada en la línea Vertigo de DC Comics, publicados entre marzo y agosto de 2012, además de la introducción, una historia corta de seis páginas publicada en las páginas del número 1 de Strange Adventures, de julio de 2011. Paul Cornell es el guionista de todo el material, Goran Sudžuka dibuja el prólogo, Kelly se ocupa de los cinco primeros números de la serie original y Jimmy Broxton se hace cargo del número 6. El segundo y último volumen incluye los números 7 a 14, publicados originalmente entre septiembre de 2012 y abril de 2013. De nuevo Cornell escribe todos los números, Lapham se encarga del número 7, Kelly del 8 al 10 y del 12 al 14, y Colak y Mutti del 11. Los dos volúmenes incluyen todas las portadas originales de la serie, dibujadas también por el ilustrador principal de Saucer Country.

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Esta entrada fue publicada el 28 agosto, 2013 por en Cómic, DC, Novedades, Paul Cornell, Ryan Kelly, Vertigo.

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