‘Legendary’, de Vicente Cifuentes

Editorial: Dolmen.

Guión: Vicente Cifuentes.

Dibujo: Vicente Cifuentes.

Páginas: 80.

Precio: 11,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Abril 2013.

Aunque Vicente Cifuentes es un entintador ahora bastante popular en Estados Unidos, trabajando en series sobre todo de DC como Batgirl, Power Girl o Superman/Batman pero también de Marvel como She-Hulk o varios títulos de X-Men, lo que deslumbra es su labor como dibujante, en el mercado norteamericano también pero también afortunadamente en la necesitada industria española. Legendary, una historia clásica de fantasía, evidencia su talento como ilustrador y como creador de mundos mágicos, con el toque moderno que emana de este género cuando está realizado por integrantes de una generación de jóvenes creadores españoles entre los que destaca Víctor Santos. El libro lo componen 80 páginas de historia, tres pin-ups de sus protagonistas, todo ello en blanco y negro, y una introducción de agradecimientos del autor, Vicente Cifuentes, que concluye dirigiéndose a los lectores: “Gracias a todos los que lo leáis. Espero que os guste, os entretenga un ratillo (entonces me daré por complacido) y sobre todo espero que os queden ganas de mucho más Legendary”.

Y efectivamente, Legendary entretiene. Muchísimo, porque su mundo es muy atractivo y su acabado visual es espléndido. Es un título de ritmo trepidante, realizado por un dibujante en un momento de madurez sensacional, que domina claros y sombras, la anatomía y la narración. El guión cumple en todo momento con su labor de ser la introducción a un mundo de fantasía sin demasiadas explicaciones, con unos diálogos coloquiales y cercanos, aunque si se puede poner algún pero, aunque tibio, está precisamente en esos diálogos, que en ocasiones rozan el tópico. Lo mejor de Legendary está en la desbordante imaginación de Vicente Cifuentes, que se plasma a la perfección en cada página. El mundo que plantea, deudor probablemente de lo que Víctor Santos ideó en Los Reyes Elfos (saga en la que Cifuentes ya dibujó Los Reyes Elfos: Glirenn), es atractivo y complejo. Cinco páginas de prólogo para poner al lector en situación son la única referencia que hay antes de entrar de lleno en la lectura. El primer acierto de Cifuentes es que no hace falta más y la espectacularidad visual de esas páginas basta para enganchar. El salto a la acción es inmediato y efectivo, con mucho ritmo.

Una profecía que recuerda a Willow, película de Ron Howard de 1988 que por la edad del autor de Legendary bien puede ser uno de sus referentes en cuanto a este tipo de fantasía, es el centro de la aventura que viven Sayronash, Megara y Airold. El primero es un joven de acción, un atrevido guerrero. Sus dos compañeros usan la magia como defensa y como arma. El grupo, equilibrado, funciona incluso dentro de sus tópicos a los que no se termina de resistir aunque eluda por el momento la historia de amor entre el valiente Say y la hermosa Meg. Lo que hace de Legendary un viaje verdaderamente especial es su dibujo. Cifuentes gusta y se gusta, acierta plenamente con los diseños, ajustados a visiones tradicionales de buenos y malos pero con la suficiente entidad y personalidad como para sostener sin problemas la novela gráfica. También supera holgadamente el reto de la narración gráfica, hasta el punto de que podría seguirse incluso sin prestar atención a los diálogos y sin que se pierda un ápice de las emociones y sensaciones que transmite la historia. Pero ahí es justo donde se nota que los diálogos no siempre son un buen acompañamiento en las formidables escenas de lucha que coreografía. Aunque la espectacular cubierta del libro incita a pensar en las posibilidades de esta historia a todo color, lo cierto es que el acabado en blanco y negro da a Cifuentes muchas posibilidades estéticas y un más que atractivo juego de sombras.

Gracias a eso, Vicente Cifuentes consigue que las escenas de pelea no resulten reiterativas ni eclipsen una historia que, como evidencian las últimas páginas, está dando en realidad sus primeros pasos y no necesariamente los más espectaculares a pesar de su trepidante ritmo. A la espera de que lleguen nuevos capítulos, que más que probablemente mejorarán la ya de por sí agradable sensación que deja Legendary, lo cierto es que esta puerta de entrada a un nuevo universo de fantasía tiene numerosos atractivos. Es divertida y sabe administrar a sus personajes para que gusten pero, al mismo tiempo, no agoten sus posibilidades. Es evidente que en una historia de género como ésta hace mucho más la forma que el fondo. Este segundo aspecto casi siempre suele estar repleto de referentes que, lejos de arruinar la experiencia, la hacen más cercana. Pero si la imagen no convence, no hay nada que hacer. Legendary ofrece ilustraciones y diseños maravillosos, de los que dejan con ganas de más, que es justo a lo que aspira el autor en su nota de agradecimiento. Legendary se merece una continuación para resolver los misterios que plantea y ampliar un universo con trazas de seguir creciendo después de un notable punto de partida como éste.