‘Liga de la Justicia’ 1, de Geoff Johns y Jim Lee

Editorial: ECC

Guión: Geoff Johns.

Dibujo: Jim Lee.

Páginas: 96.

Precio: 8,95 euros.

Presentación: Rustica.

Publicación: Abril 2013.

Con el reinicio del Universo DC, la Liga de la Justicia se convirtió en su piedra angular. Geoff Johns y Jim Lee arrancaron sus historias en un tiempo anterior al que mostraban la mayoría de las series, con la Liga aún sin formarse, y con el claro objetivo de ofrecer un festival superheroíco, casi una propuesta de clímax de una adaptación cinematográfica de las aventuras del grupo, con cuantiosas escenas de acción, el habitual dibujo espectacular de Lee, y grandes dosis de humor en el guión de Johns, un experto en grandes eventos de la casa. Y a su publicación normal, ECC añadió en España una versión cuatrimestral. Así, este volumen recopila los cuatro primeros números de Justice League, publicados por DC Comics entre octubre de 2011 y enero de 2012. ECC ya los había editado en grapa entre mayo y agosto de 2012, al precio de 2,50 euros el ejemplar. Este recopilatorio ofrece las ilustraciones de cubierta originales de los tres primeros números americanos y dos textos de Fran San Rafael para contextualizar su publicación. El único pero que se le puede poner a la opción escogida por ECC para reeditar Liga de la Justicia en un formato más coleccionable es que corta la saga de seis números al final del cuarto.

Lo que Geoff Johns y Jim Lee ofrecen en Liga de la Justicia es puro espectáculo, desenfadado y accesible. Quien quiera conocer la evolución como personajes de Superman, Batman, Wonder Woman, Green Lantern, Flash y Aquaman tendrá que ir a sus colecciones individuales. En Justice League lo que hay es acción, pura y dura. También hay pinceladas para conocer la psicología de los personajes, pero indudablemente no es el objetivo de esta serie, que ofrece mucho movimiento ya desde la primera escena. La aventura inaugural de la Liga de la Justicia acontece cinco años antes de la continuidad que narra DC en sus colecciones tras reiniciar su universo de superhéroes. Eso quiere decir que esta primera saga es el inicio de la Liga. Johns coloca a sus héroes en una posición de clandestinidad a la que sólo Batman está habituado, y juego con esa idea de la mano de sus personajes predilectos, que no son otros que Green Lantern y Flash, colocándoles en una dinámica de amistad, casi como los protagonistas de lo que sería una buddy movie, que ya ha explotado previamente.

Como los orígenes de los personajes se han venido en las colecciones individuales, y se ahondo en la materia al año de los llamados nuevos 52 con los Año cero, esta historia es la del encuentro de héroes ya establecidos. El único del que se cuenta cómo nace es Cyborg, antiguo miembro de los Nuevos Titanes y añadido a la Liga en esta nueva andadura. Johns es un guionista solvente que sabe lidiar con esas fases introductorias en el centro de un gran espectáculo como es la presentación del mayor grupo de superhéroes de la editorial. Forma parte del ABC de este tipo de guiones el dar a todos los personajes su momento de gloria para mostrar sus poderes y su personalidad en todo su esplendor, la mayoría de ellos en su presentación. Quizá sea Wonder Woman la más perjudicada en ese intento. Se habla de su vinculación con Steve Trevor y queda más que clara su procedencia, pero hay poco más que una exhibición física, lo que con un dibujante como Jim Lee se salda irremediablemente con un éxito. Psicológicamente bastante plano, sí, pero visualmente formidable.

Dando el protagonismo en los diálogos a Green Lantern y Flash, Johns reserva para los demás unas versiones de sí mismos algo más arrogantes y bravuconas de lo acostumbrado. Se ve especialmente en Superman y con Batman, más a los lápices de Jim Lee, casi se acerca a una versión para todos los públicos del All Star de Frank Miller. En todo caso, es importante insistir en que todos estos detalles son complementarios del objetivo central de la serie: un clímax de corte cinematográfico que se extienda a lo largo de todo el arco argumental. Por las referencias que va dejando la historia, desde el principio se sabe que el primer enemigo de la Liga será Darkseid, a diferencia de lo que sucedió en su primera aparición en el cómic, en el lejano 1960, que fue Starro. Y este primer número en español concluye en el gran cliffhanger que se podía ofrecer, la aparición del señor de Apokolips.

En lo que se refiere a la parte visual de esta serie, hay pocos adjetivos elogiosos que no se hayan puesto ya a Jim Lee, sin duda uno de los dibujantes más espectaculares de la industria del cómic norteamericano de los últimos veinte años. En un evento de la magnitud del reinicio de la Liga de la Justicia, ofrece lo mejor de sí mismo. Quizá el problema que pueda tener es precisamente que ha perdido la capacidad de sorpresa, porque es fácil saber qué esperar de un número de 24 páginas dibujado por Jim Lee, pero la espectacularidad está más que garantizada y hay viñetas en las que el lector se puede perder durante varios minutos encontrando nuevos detalles. Ahora que el cómic de superhéroes parece haberse acomodado en la búsqueda de un público de más edad, aumentando la violencia y la truculencia de sus historias, títulos como Liga de la Justicia evidencian que sigue habiendo cómics destinados a públicos de todas las edades. No hay una psicología excesivamente profunda, pero sí un desenfadado divertimento superheroico que, en realidad, siempre ha estado en los cimientos de las reuniones de un grupo de superhéroes en una misma colección. Es simple, sin duda, pero, por tanto, es también un cómic de cierto sabor añejo que nos devuelve a sensaciones más ochenteras del género.