Guión: Alan Moore.
Dibujo: David Lloyd.
Páginas: 288.
Precio: 19,95 euros.
Presentación: Rustica.
Publicación: Marzo 2013.
Las librerías, cualquiera pero sobre todo las especializadas, necesitan que los títulos más emblemáticos de la historia del cómic estén siempre disponibles. Es la mejor manera de atraer a un público cada vez más amplio al noveno arte. Por eso, la reciente reedición del V de vendetta de Alan Moore y David Lloyd por parte de ECC Ediciones sólo se puede calificar como una noticia extraordinaria. Para los nuevos lectores es la ocasión de conocer una obra clave del medio de los años 80, los que marcaron la frontera entre el entretenimiento juvenil y el trabajo artístico. Para los que ya la conocen, el momento de disfrutar con la enésima relectura de un clásico inmortal. V de vendetta está dividido en tres actos, en tres libros titulados Europa tras el reinado, Este despiadado cabaret y El país de haz lo que quieras. En el primero, Moore y Lloyd presentan al protagonista, V, y su mundo, una Inglaterra surgida de una guerra y dominada por régimen controlador y totalitario. La segunda lo expande, centrándose en sus secundarios y en el principal personaje femenino, Evey Hammond. Y la tercera cierra el círculo, acaba con las tramas y da sentido a todo lo planteado desde su demoledor arranque.
Lo que Moore y Lloyd plantean, en perfecta simbiosis de escritor y dibujante, es una trama de amplias resonancias políticas. En el arranque de la serie, V se manifiesta como un héroe urbano pero también como un terrorista antisistema. Pasa por ser una figura vengativa por su tortura personal, pero lo que en realidad le define es un anarquismo que defiende en unos diálogos impresionantes, cargados de referencias culturales y literarias (muy habituales en la obra de Alan Moore), a las que da coartada con la prohibición que aparta las obras del pueblo, en un argumento que emparenta V de Vendetta con Farenheit 451, de Ray Bradbury. Ese es sólo uno de los referentes en los que se basa este opresivo mundo de Moore y Lloyd. Es evidente que el más claro es el 1984 de George Orwell. V de vendetta juega con una ventaja. Arranca el 5 de noviembre de 1997 y extiende su narración hasta el 10 de noviembre de un 1998. Pero no se ha quedado anticuada porque no explora un futuro de ciencia ficción, sino una realidad alternativa, sobrecogedoramente explicada en un brillante flashback narrado por Evey como su historia personal. Es ahí donde se habla con claridad del fascismo dominante y donde arranca la historia de V en el campo de concentración de Larkhill.
Una de las frases más célebres de V de vendetta (heredada por supuesto en la versión cinematográfica de James McTeigue) es la que ilustra la contraportada del libro: “¿Pensaba matarme? No queda carne ni sangre que matar bajo esta capa. Solo hay una idea. Las ideas son a prueba de balas”. Ese es el auténtico leit motif de esta historia y por eso era importante que se expresara a través de una enorme cantidad de personajes. Los hay políticos, apolíticos, serviles, codiciosos, arrepentidos… La variedad lanza al lector a un mundo realista dentro de una línea temporal alternativa y hace que justo eso, las ideas y las sensaciones, estén en el centro del relato. Puede que incluso sin necesidad de tener muy claros algunos de los caminos por los que iba avanzando la historia, o quizá precisamente por eso, Alan Moore deslumbra una vez más, una de las primeras de hecho, porque juega a su ritmo con el lector. Le impacta, le hace pensar. Y ese es el mayor triunfo de la serie.
El de Alan Moore es un nombre que vende sus obras por sí solo. Pero es innegable que el éxito de V de vendetta reside también en buena medida en su impacto visual. El mismo diseño de V es brillante y acertado, alejándose del aspecto de los héroes, o al menos de los protagonistas, que poblaban el cómic de aquellos años. La idea de darle el aspecto de Guy Fawkes sobrecoge e inspira, lleva al lector a una interpretación mucho más profunda que la simple historia de venganza, de rescate o de subversión. Lloyd imprime una inusual intensidad a cada una de sus viñetas, muy numerosas en cada una de las más de 250 páginas de la historia. El color, plasmado por el propio Lloyd junto a Steve Whitaker y Siobhan Dodds en diferentes capítulos, ayuda a generar historia. La brillantez visual es incontestable. El escenario es opresivo, V es amenazante, los rostros ofrecen una amplísima gama de emociones y la elección de planos y colocación de los personajes maravilla. Es un trabajo descomunal que, en perfecta armonía con el guión, transmite tanto como las palabras por sí solas en el papel.
Esta edición de ECC no pretende ampliar el abanico de contenidos extra con respecto a impresiones anteriores. De hecho, apenas incluye la introducción de Lloyd para el primer recopilatorio, el de 1990, y un artículo ya conocido de Moore publicado originalmente en Warrior con la serie por concluir, además de dos capítulos cortos de la historia que no forman parte de su cuerpo central y que ya estaban a disposición de los lectores. Tras la edición en formato Absolute que puso a la venta Planeta DeAgostini en 2005, el objetivo de este nuevo volumen es devolver a las estanterías una obra maestra imprescindible. La primera edición de ECC tuvo un precio promocional de 16,95 euros y la tirada siguiente de 19,95. La publicación original de V for Vendetta se alargó desde marzo de 1982 hasta mayo de 1989. La serie arrancó en blanco y negro en la revista Warrior, entre los números 1 y 26, y acabó su publicación en diez números bajo el sello de DC Comics, editorial que la publicó en un volumen recopilatorio por primera vez en 1990 y desde entonces ha sido objeto de numerosas reimpresiones.