Título original: The Smurfs 2.
Director: Raja Gosnell.
Reparto: Neil Patrick Harris, Hank Azaria, Brandan Gleeson, Jayma Mays, Katy Perry (voz), Christina Ricci (voz), Jonathan Winters (voz).
Guión: J. David Stem, David N. Weiss, Jay Scherick, Davir Ronn y Karey Kirkpatrick.
Música: Heitor Pereira.
Distribuidora: Sony.
Fecha de estreno en España: 2 de agosto.
Hace dos años, Los Pitufos fue una sorpresa bastante agradable. Cine juvenil puro y duro basado en la obra de Peyo, algo alejado del mundo de fantasía de las viñetas por la necesidad de trasladar la historia al mundo de los humanos, pero mucho más entretenido de lo que cabía esperar. Los Pitufos 2 es una secuela que sigue con absoluta fidelidad los esquemas de la película original. Como lo primero funcionó relativamente bien (en taquilla, sin duda: recaudó más de 560 millones por los 110 que costó), no se ha querido tocar prácticamente nada, un axioma muy básico a la hora de hacer secuelas en Hollywood. Esta continuación arranca unos pocos años después del final de la cinta original, pero recoge la historia donde la dejó aquella y mantiene los mismos protagonistas humanos y pitufos, con alguna leve variación y los clásicos añadidos en ambos bandos que se esperan en cualquier secuela. ¿Es el resultado más grande y mejor? No necesariamente, más bien lo que habría que decir que resulta muy similar al del primer intento de llevar al cine esta franquicia pero ya sin la capacidad de sorpresa que tuvo aquel filme.
En otras palabras, esta segunda entrega es una película de corte infantil que ofrece adecuadas dosis de entretenimiento pero que deja una incesante sensación de déjà vu por transitar los mismos caminos que su predecesora sin apartarse un ápice de su recuerdo. Y eso que hay dos añadidos, los malotes en la faceta digital y Brendan Gleeson en la humana, que ponen todo de su parte para que parezcan dos películas diferentes. Gárgamel, interpretado por un descontroladísimo Hank Azaria que sin duda se lo tuvo que pasar en grande durante el rodaje y que es la viva imagen del personaje, planea secuestrar a Pitufina para conseguir la fórmula con la que Papá Pitufo consiguió que fuera azul y aceptada entre los pitufos. Para ello, envía a través de un portal a Vexy, una de los dos malotes que ha creado de la misma forma que creó a Pitufina. Por supuesto, los pitufos organizarán un grupo de rescate que volverá al mundo de los humanos para reencontrarse con Patrick Winslow (Neil Patrick Harris) y su esposa, Grace (Jayma Mays). Y contarán con la ayuda del padrastro de Patrick, Victor (Brendan Gleeson, rivalizando en divertimento con Azaria).
Raja Gosnell lleva años especializado en películas de este corte, mezclando animación con imagen real (es el autor de las dos olvidables entregas de Scooby-Doo). Con el añadido del 3D llega a verse una ligera saturación de imagen digital en el filme, que afecta no sólo a los pitufos sino también a personajes humanos, especialmente al de Gargamel. Es, quizá, el único pero que se le puede poner a la correcta realización de Gosnell, muy clara para que los más pequeños no pierdan detalle de lo que sucede en la pantalla. El humor es el segundo gran compañero de viaje para esta película. El habitual de los pitufos, el mismo que ya se vio en la primera película, aunque quizá con algo menos de garra, pero también otro tipo de humor más centrado en los adultos, con convenientes referencias cinéfilas, como el disfraz de Grace siguiendo el estilo de la Audrey Hepburn de Desayuno con diamantes o frases de Gárgamel como aquella en la que parafrasea a Darth Vader en El Imperio contraataca.
Ya superada la sorpresa de Los Pitufos, la segunda entrega no engaña a nadie. Son 105 minutos más de diversión, siguiendo un esquema parecido y adornándolo con las hermosas vistas de París, para quien disfrutara de la primera película. Su guión, escrito quizá a demasiadas manos como para esperar algo más arriesgado, no apuesta por la maldad de Pitufina más que por un instante, aunque el personaje, doblado en la versión original por Katy Perry, es mucho más protagonista que en la primera entrega. Por contra, la película se centra en las situaciones de enredo y la moralina familiar que ya se espera de un título así. Visualmente, y aceptando el empacho digital, es aceptable y una buena traslación de los pitufos a la pantalla (más allá de la probablemente imposible fidelidad al original de Peyo, del que se despega como tantas otras historias de ficción por la necesidad de salir de su universo de fantasía y trasladarlo a la vida real). Y el conjunto sigue siendo simpático. Un poco menos que en la película original porque el factor sorpresa ha dejado de formar parte de la ecuación, pero, entrando en el juego que propone, Los Pitufos 2 se ve con bastante agrado y es una buena opción para entretener en el cine a los más pequeños de la casa.