‘Johan y Pirluit 4. La guerra de las siete fuentes / El anillo de los Castellac’, de Peyo

Editorial: Dolmen.

Guión: Peyo.

Dibujo: Peyo.

Páginas: 144.

Precio: 29,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Junio 2013.

La publicación de este tomo de las aventuras de Johan y Pirluit es una de esas grandes noticias que regocija a cualquier aficionado al cómic. Han pasado 35 años sin ver una edición en español, desde que Bruguera publicó el octavo de los volúmenes que hizo Peyo en esta serie. Dolmen recupera ahora la serie arrancando su edición precisamente desde ese punto y con el propósito de añadir los primeros títulos en cuanto finalice lo que Bruguera dejó sin publicar, hasta completar una colección de seis tomos. Eso sería motivo más que suficiente para celebrar esta novedad, pero la ilusión que despierta esta publicación se justifica mucho más con el trabajo de Peyo. La guerra de las siete fuentes y El anillo de los Castellac son dos gozosas historias para todos los públicos, deliciosas para que los más pequeños conozcan el valor del cómic pero también es apreciable para un lector adulto, porque son relatos creados con una gran inteligencia, un espléndido dominio del ritmo y con unos personajes sencillamente formidables. La aparición en la primera de las dos historias que contiene este libro de los pitufos, la obra más popular de Peyo aunque no tan personal como ésta, es la guinda para un volumen imprescindible.

Aunque las dos historias forman parte de una cronología, algo que se aprecia con las referencias a aventuras precedentes, son relatos autoconclusivos que se pueden leer de forma independiente. Ambos arrancan con Johan y Piruluit en los caminos, viajando y buscando nuevas peripecias que vivir. Al lector no le hace falta disponer de información previa, por mucho que no se trate de la primera aventura de los héroes. Peyo zambulle al lector con suma facilidad en la aventura sin necesidad de hacer preguntas, y es fácil intuir sus claves. Johan es un joven caballero de buen corazón y dispuesto a ayudar a todo el mundo que tiene problemas, mientras que Pirluit es una especie de joven escudero que monta una cabra, que preferiría llevar una vida más tranquila y que es mucho más protestón. El trazo sencillo de Peyo consigue hacer aún más accesibles a los personajes, más complejos de lo que pudiera indicar su aspecto juvenil o el público objetivo al que se supone van dirigidas las historias, en las que, por supuesto, siempre hay final feliz con el triunfo de los buenos.

La guerra de las siete fuentes es un relato anclado en la fantasía y en lo sobrenatural. Johan y Pirluit encuentran un castillo abandonado en el que protegerse de una tormenta y allí se topan un fantasma. Una vez superado el susto, este les habla de la maldición que pesa sobre él y sobre su antiguo reino, y a Pirluit le falta tiempo para ponerse en marcha y tratar de solucionar el problema. Para ello contará con la ayuda de varios personajes, entre ellos los pitufos. La historia, sumamente divertida, juega con los equívocos que provoca el fantasma, entrañable y bonachón, y Peyo juega a su antojo con diferentes formas de contar la historia. Así, utiliza el flashback para contar la historia del fantasma, se divierte narrando la incursión de Johan en la cabaña del brujo Panduro desde el punto de vista de un asustadizo Pirluit que ha preferido quedarse fuera para que no le conviertan en sapo con malas artes mágicas. Y a pesar de la pretendida sencillez de este trabajo, el autor se desenvuelve con muchísima soltura y acierto a la hora de dibujar masas, en la climática batalla de la guerra que da título a este volumen.

Todo lo que La guerra de las siete fuentes tiene de mágico y fantástico, lo tiene El anillo de los Castellac de realista. Peyo prescinde aquí de todo elemento sobrenatural para ofrecer un relato de intriga y misterio, que arranca con acierto ya desde la primera página, mostrando a un misterioso personaje que naufraga junto a la costa. Johan y Pirluit se ven envueltos en una compleja trama de traiciones y ambición de poder, en la que el centro es un duque secuestrado, liberado ¿y suplantado? La historia divierte por sus secundarios, en especial por los imposibles gustos artísticos y culinarios de Hércules Basse-Fosse, y por la simpática dinámica entre los dos protagonistas a la hora de trazar y ejecutar sus planes (muy divertida la perplejidad de Johan mientras Pirluit lleva a cabo sus estrategias sin consultárselas o sus dudosas habilidades como músicos). Puede que no sea tan brillante como la primera historia que contiene este libro y esté un peldaño por debajo, pero sigue siendo una magnífica muestra del talento que Peyo puso en esta serie.

El presente es el primer volumen que se edita dentro de esta cuidada (sólo hay algún pequeño desliz en los colores) edición de lujo, aunque en realidad es el cuarto en orden cronológico en las aventuras de Johan y Pirluit. Los dos volúmenes que incluye son el décimo y el undécimo de los que hizo Peyo para la editorial Dupuis. La Guerre des sept fontaines se publicó originalmente en 1961 y L’Anneau des Castellac en 1962. Esta cuidada edición incluye como contenido extra algunas de las cubiertas originales de Johan y Pirluit en la revista Spirou, varios artículos sobre la trayectoria de Peyo, el nacimiento de esta serie o su publicación en España y extractos del libro Peyo, L’Enchanteur, publicado por Hughes Dayez en 2003, referidos a los dos álbumes incluidos en este indispensable tomo.